EL Nuevo Vivero de Badajoz presenció el sábado el fin de fiesta del Amorebieta, que se impuso al equipo que juega cada quince días en dicho feudo y que partía como favorito tras haber sido el mejor de los 102 conjuntos de la categoría en la fase regular. La diana de Iker Bilbao mediado el primer acto tras aprovechar el rechace de Kike Royo al disparo de Gorka Larrucea encarriló la victoria de unos azules que realizaron un derroche físico y una brillante exhibición defensiva. El triunfo lo amarró la prodigiosa parada del veterano Mikel Saizar a un cuarto de hora del final, cuando sacó a relucir sus reflejos para evitar que el cabezazo del central César Morgado supusiera la igualada. Los citados fueron los dos momentos clave de la final, los últimos en el trayecto del Rodillo blue hasta la gloria.

16 victorias, incluidas las dos del play-off Esos han sido los números que han llevado a los de Iñigo Vélez de Mendizabal a convertir el sueño en realidad. 12 de esos triunfos se han producido por solo un gol de ventaja, lo que refleja que el camino hacia el ascenso no ha sido de rosas. De hecho, en la jornada inaugural, los zornotzarras noquearon 2-1 al Laredo en Urritxe merced a una diana en el alargue. En un lance a pelota parada, fórmula con la que los azules han derribado un sinfín de murallas rivales, Aimar Sagastibeltza provocó el delirio en la grada de Urritxe, que solo pudo acoger público ese día y dos semanas después ante el Barakaldo. Tras el cabezazo del central, el cuero se acabó alojando en la red después de golpear en el travesaño y en el cuerpo del portero. Ese gol, con suspense y una pizca de fortuna, trajo consigo un triunfo clave para que se desatase la euforia desde el primer día.

La lograda ante el Laredo no fue la única victoria in extremis. Y es que en la quinta jornada derrotaron a una potente Real Sociedad B que también ha terminado ascendiendo a la división de plata con un gol de penalti sobre la bocina. Un centro del capitán Iker Seguín impactó en la mano de un zaguero y el colegiado señaló la pena máxima. La responsabilidad la tomó Asier Etxaburu, centrocampista ondarrutarra que fue una de las seis caras nuevas llegadas en verano. No le temblaron las piernas en un momento de enorme tensión. Lo marcó a lo Panenka y ya no hubo tiempo ya ni para sacar de centro. Nueva explosión de alegría.

Fueron pasando las semanas y el Amorebieta no caía de la cabeza. Para despedir la primera vuelta le tocó visitar al Racing en El Sardinero, un estadio de superior categoría que tampoco amedrentó a los azules, que se impusieron 0-1 merced a una diana del central Aitor Arregi tras un saque de esquina. Puñetazo en la mesa. Los azules iban en serio. Aunque llegó un pequeño bache. Tres derrotas en cuatro partidos ante rivales directos -Bilbao Athletic, Real Sociedad B y Real Unión- descabalgaron del podio a los zornotzarras. Hasta aquí han llegado, pensaron muchos. Nada más lejos de la realidad. En un momento difícil, tuvieron que acudir al feudo de un Barakaldo que parecía empezar a despertar. Se repitió la historia de Santander. 0-1 con gol de Arregi en un córner.

Otro momento clave lo vivió desde casa. Y es que, debido a que eran impares en el grupo, le tocó descansar en la penúltima jornada, con opciones matemáticas de certificar su ascenso a la Primera RFEF sin jugar. El Arenas, al que los azules habían vencido una semana antes en Gobela, donde nadie había ganado hasta entonces, arañó un empate frente al Racing y el Amorebieta se aseguró su presencia en esta nueva categoría que ya se antojaba como un reto mayúsculo. No obstante, la ambición es una de sus señas de identidad. Con el primer objetivo atado, querían más. En el horizonte, la posibilidad de subir a Segunda.

En la segunda fase, la clasificación para el play-off pero donde los zornotzarras dejaron prácticamente firmado el billete fue en Tudela, donde tocó remontar. Seguín se puso la capa de héroe con un doblete en el tramo final, en el que compartió protagonismo con un perro que se coló en el campo. El final de la historia ya se sabe. En las dos últimas semanas, el Rodillo blue Primero noqueó al Linares, campeón del Grupo 4. El sábado culminó la gesta ante el Badajoz, campeón del Grupo 5. El Amorebieta, un equipo de primera que vivirá el sueño de Segunda.

Dos triunfos en el último minuto a principios de temporada empezaron a forjar la gesta del 'Rodillo blue'