Bilbao - Las comparaciones, por definición, acostumbran a ser odiosas. Y más aún cuando se hacen alrededor del Bilbao Basket, cuyo ecosistema presente poco tiene que ver con el del pasado curso ni por entorno competitivo ni por el caudal humano que figura en su seno. Pero los números son también inapelables y sacan a la luz que con solo once encuentros disputados en su actual singladura por la LEB Oro el club de Miribilla ha sumado ya el mismo número de victorias, ocho, que en las 34 jornadas del ejercicio 2017/18 en la Liga Endesa. El club vizcaino ha sabido reconducir, al menos en el plano deportivo, con bastante acierto su peliagudo momento inmediatamente posterior a la perdida de categoría y lo que la pasada campaña fue una auténtica tortura, la crónica de un descenso anunciado con tanta antelación que los últimos meses, con dos victorias en los últimos 18 partidos, se convirtieron en una auténtica pesadilla, ha mutado ahora en un presente esperanzador.
El Bilbao Basket no figura ya en la élite del baloncesto estatal, pero ha sabido adaptarse con aplomo y humildad a su nueva realidad, mucho más terrenal que las ínfulas con pies de barro de antaño pero a fin de cuentas más acorde a sus posibilidades. También su masa social, con una media superior a los 6.000 espectadores en las contiendas disputadas en el Bilbao Arena. Estas ocho victorias conquistadas hasta el momento permiten a los de Álex Mumbrú figurar en el pelotón de perseguidores de ese Betis Energía Plus que se ha destapado por el momento como el gran dominador de la LEB Oro merced a su magnífico balance de 9-2 y sus ocho victorias consecutivas. A un triunfo figuran Força Lleida, Levitec Huesca, Palencia y el propio Bilbao Basket, con estos dos conjuntos midiendo sus fuerzas el próximo viernes.
Los hombres de negro vivieron el domingo ante el Cáceres su primer encuentro plácido de la temporada y cosecharon su primera victoria abultada (82-53), algo importante si quiere estar presente en el primer objetivo tangible que aparece en su horizonte, esa Copa que disputarán el 8 de febrero del próximo año los dos primeros clasificados al término de la primera vuelta. Atendiendo a la gran igualdad que se desprende de la parte alta de la tabla, todo apunta a que no solo será importante sumar victorias, sino que el average puede ser vital para acabar ocupando una de esas dos primeras posiciones. El Betis parte con ventaja a seis jornadas de cerrar la primera vuelta, ya que además de tener un triunfo más presenta un autoritario +98 en su diferencial entre puntos anotados y encajados. Entre los cuatro equipos perseguidores, todos con balance de 8-3, Bilbao Basket y Lleida igualan ahora mismo con un +64, el Palencia presenta un +63 y el Huesca tampoco se queda atrás con su +61. Y como cada jornada es un examen, el conjunto vizcaino afrontará uno exigente el viernes en Palencia. Y luego otro en casa ante el peligroso Ourense. Y luego la difícil visita a Melilla... La LEB Oro no da tregua. Tampoco facilidades.