Este viernes arrancará en Lazkao, en el Areria Antzokia, la nueva gira del veterano Gari, ex-vocalista de Hertzainak y actualmente al frente del grupo Maldanbera. El rockero gasteiztarra asentado en Bilbao tiene previsto grabar un disco en los cuatro conciertos que ofrecerá este mes en Bilbao, Getxo y Bergara, que recorrerá su carrera y se editará en otoño. "Es un placer volver a la carretera", explica el músico.

El Areria Antzokia de Lazkao le servirá a Gari este viernes 3 de junio para volver a subirse a un escenario tras estos dos duros años de pandemia. Allí arrancará la gira de este histórico del rock euskaldun, que debutó al frente del micrófono de Hertzainak con un disco homónimo en 1984. En 1992 la banda grabó su último disco de estudio, Denboraren orratzak, y se disolvió un año después tras dejar himnos de la música vasca como Aitormena, Pakean utzi arte, Sigarrillos amarillos, Hau dena aldatu nahi nuke, Bi minutero o 564.

Desde entonces, Gari ha impulsado una más que atractiva carrera en solitario, que arrancó en 1995 y que ahora ha decidido plasmar con su primer disco grabado en directo. Su mini-gira actual se lo permitirá. Tras la visita a Lazkao, Gari y su banda pasarán el martes 7 por el Arriaga bilbaino, a las 19,30 horas con entradas a 15 y 20 euros, antes de recalar el viernes 10 en Muxikebarri, en Getxo, y cerrar el 17 en Seminarixue, en Bergara.

Esta gira se plasmará en su primer álbum en directo, que el sello Elkar ha confirmado que publicará en otoño y agrupará canciones de sus 27 años de trabajo tras la disolución de Hertzainak. En estos conciertos se acompañará de Maldanbera, grupo que está formado por Alex Alonso (batería y programaciones), el "joven y formado" Oier Aldekoa (bajo y teclados) y su lugarteniente, Miguel Moyano (guitarras y teclados). Los técnicos a cargo del sonido y luces serán Unai Mimenza y John Luhman, respectivamente.

"Grabaremos los cuatro conciertos porque ya no tengo edad para arriesgar y tirarme al barro y al vacío", explica a este diario Gari, responsable de grandes clásicos euskaldunes ligados al rock, el punk, el pop, el folk y, más recientemente, una pátina electrónica . "Es un placer volver a la carretera", prosigue el rockero, que se declara nervioso ante el inicio de la gira. "No ha sido ni fácil ni difícil" elegir el repertorio de los conciertos, asegura el músico, cuyo objetivo es "dejar testimonio de mi trayectoria" y, por lo tanto, interpretará canciones de toda su carrera en solitario, incluidos sus dos últimos y sobresalientes álbumes: Estutu (2016) y Beste denbora batean (2018).

Paz interna

El músico gasteiztarra persigue lograr "un proceso de paz interna" y de reconciliación con sus canciones y su voz. "Quiero sentirme a gusto con esas canciones que no quedaron bien en el estudio en su momento", indicó el autor de clásicos como Amets, Esperantzara kondenatua, Amapola, Eguzki berritan zaude o Zaharra zara Bilbo. Gari iniciará los conciertos con un repertorio de casi 30 canciones, de las que el músico y Elkar harán una selección de las que integrarán el futuro disco en vivo. "Busco equilibrar mi pasado y el presente, especialmente con Maldanbera, un grupo que suena muy bien", indicó.

El vocalista, que dice "haber acabado aceptando mi voz aunque no me guste", asegura que el futuro disco servirá como "testimonio y reflejo de una época" aunque no se lo plantea como un reto sino como un medio para "congraciarme con mi propio repertorio y dejar de sentir esa sensación agridulce" que su autor experimenta al oír su voz y ciertos arreglos de canciones antiguas. Dotar de nuevos "ropajes" a algunas de ellas "tiene más sentido hacerlo en directo porque sonamos muy bien; así, daremos color a toda la paleta de registros de mi obra, en sonido y letras", explica el músico, que se define "inquieto" aunque "algunos temas mantendrán sus estructuras para hacerlos reconocibles".

Gari asegura que "el público me interesa ahora mucho más que en los años 80", y que actualmente sabe canalizar mejor, a través de "mi recorrido y oficio", aquella energía juvenil de los años de Hertzainak. En su opinión, la música y las canciones sirven para "establecer una comunión con el público, redimirme de mis emociones negativas y emocionarme yo y emocionar a la gente. Ese es el objetivo: seguir emocionando", aseguró antes de soñar con seguir actuando "en los pequeños pueblos de Euskadi más que en las fiestas de Bilbao", concluyó.