Además de su extensa trayectoria en el campo de la ilustración, el cómic y la imagen gráfica, a Rober Garay siempre le ha interesado la museografía y la escenografía. Hace ya más de una década que comenzó a colaborar con Itsasmuseum en Bilbao o el Museo del Pescador de Bermeo, entre otros. El ilustrador y diseñador gráfico también es un apasionado del Land Art y ha realizado diferentes intervenciones en entornos naturales, como en el bosque Beresi de Busturia o el Bestiario Rupestre de Basondo, así como dibujos en la arena de la playa, todo ello englobado en el concepto de "arte efímero", que desaparece con el tiempo por la acción de la naturaleza.

En 2017, junto al pintor bilbaino y profesor de Bellas Artes, Alber Palomera, se propusieron una nueva acción en Urdaibai.Cuenta este constructor de imágenes y de historias que la idea surgió en un punto cargado de energía en el que se producía una confluencia geológica de tres masas de roca de diferente naturaleza. Con el apoyo del Museo Torre Madariaga levantaron un Domo en Busturia, un elemento escultórico conectado con los latidos de la tierra. Un año más tarde, crearían en las canteras de mármol rojo de Ereño un Museo Observatorio de Arte y naturaleza al aire libre, denominado Ereño Behatokia.

"Cuando lo vimos, nos pareció una sala de arte, tenía las mismas dimensiones, por ejemplo, que la Sala Rekalde -cuenta Rober Garay- El mármol rojo sacado de las entrañas de las canteras de Ereño se ha utilizado en muchos edificios, hasta en el Vaticano, es marca mundial. Debe su característico color rojizo a la impregnación del óxido de hierro, pero también a los abundantes restos de criaturas marinas que 200 millones de años antes quedaron atrapadas en sus rocas", explica Garay. En una de esas canteras, en Geranda, se instalaron un conjunto de obras que enlazan todas las eras vividas por un singular espacio en el que los autores han perpetuado sus lenguajes artísticos en la piedra.

La transformación artística de la cantera de los montes ereñotarras se materializa a través de un conjunto de nueve obras que hunden sus raíces "en lo patafísico, la ciencia de las soluciones imaginarias" que huye de las "convenciones universales". E invitan al visitante a zambullirse en la era triásica con los ojos de la actualidad, pero siempre desde el punto de vista artístico.

El museo al aire libre ha tenido un gran éxito en este tiempo. Las visitas guiadas se han sucedido y aquel sueño que tuvieron estos artistas conceptuales en su día -"un museo insólito", lo denomina Garay- forma parte ya de la red de Museos de Bizkaia.

Experiencia emocional y visual

Ahora, van mucho más allá. El día 7 de mayo se abrirá al público uno de sus nuevos proyectos, el Museo de Interpretación Sintonía Arrecifal, que completará el proyecto del Observatorio de Arte y Naturaleza instalado en la cantera de Ereño.

"La visita supondrá una experiencia emocional y visual, en la que el público conocerá el origen de la creación de nuestra obra, su germen conceptual, los bocetos y maquetas originales, tanto de las estructuras instaladas en las canteras como en otros lugares de Urdaibai", explica Garay.

El visitante llegará al pequeño hórreo, que recuerda y realizará el recorrido a su aire, con explicaciones audiovisuales. "Cada uno se hará su autovisita, hemos tratado de recuperar todo lo que ocurre en esa época arcaica a través de ingenios; por ejemplo, hay un gabinete sonoro que nos trae a nuestro momento actual los sonidos de entonces; un corazón de Geranda, que es una escultura de escayola de diez kilos de peso, que simula el mármol rojo y sus moluscos. La llevamos a lo más profundo de la cueva de Ereñoko Aresti donde pasó dos años y medio para alimentar con su pulso el gran órgano que era nuestra parte exterior de la montaña. Y de ahí, lo hemos rescatado y está en el museo. También se van a encontrar fotos antiguas de gente de Ereño, una cápsula del tiempo...".

Un fascinante recorrido por más de 200 millones de años de la mano del arte.