El parón cultural producido por la pandemia del covid-19 dejó a Kresala Dantza Taldea sin poder estrenar su último espectáculo, Amoria & dolore, Elkano, lehen mundubira, que estaba previsto para el pasado abril. Pero será el sábado, a partir de las 20.00 horas en Euskalduna Jauregia, cuando el público pueda disfrutar de esta nueva creación, en el marco del festival Aurrera fest!, impulsado por la Diputación de Bizkaia, en lo que supondrá además el retorno a los escenarios de Kresala, que desde hace más de cincuenta años fusiona lo tradicional y lo contemporáneo.

Amoria & dolore, Elkano, lehen mundubira lleva su sello. El espectáculo es una creación de danza que parte de la Edad de Oro de la navegación vasca, inspirada en la música antigua que evoca la primera vuelta al mundo de Elkano, en un tiempo donde las danzas formaban parte de su expresión cultural como referente histórico. La obra planea por la circunnavegación del marinero vasco como un motivo “para indagar, reinterpretar y crear un nuevo patrimonio artístico y coreográfico”.

Dirigida por Faustino Aranzabal con música de Enrike Solinís, la nueva propuesta de Kresala toma como referencia una de las mayores gestas e hitos de la historia de la humanidad. El nuevo montaje arranca a partir de “la ubicación del pueblo vasco como puerta de salida y entrada o paso obligado, una circunstancia que atrajo a muy diversas culturas, lo que propició la convivencia entre diferentes. Nuestros antepasados se relacionaron con habitantes de todas partes del mundo y sus logros tuvieron un importantísimo impacto en el desarrollo de la humanidad. Las particularidades de nuestro pueblo surgieron y se mantuvieron durante siglos gracias a una alianza forjada con el mar y desde el mar, también en el ámbito de las mentalidades; un espíritu de expansión muy característico de los vascos del siglo XVI”, explicaron desde la compañía, que presentó ayer en Euskalduna su nueva creación.

En la obra participarán treinta bailarines de Kresala que ofrecerán 17 piezas. Los bailarines darán cuerpo a un arte barroco de inspiración popular que conforma esta colección de danza preclásica, recogida en las 17 escenas de un ballet desarrollado en un solo acto, con claras referencias y guiños a Esquivel, Iztueta y Gades. Además, poemas de Artze, Etxepare y Galeano articulan la trama central de la obra.

“Se trata de un nuevo modelo de teatro de danza vasca, descubriendo sobre la escena una nueva dramática tradicional contemporánea, situándola fuera de todo tiempo y de lugar”, explican desde Kresala.

Las entradas cuestan 27 euros con gastos de gestión incluidos, y están a la venta en www.euskalduna.eus y en los cajeros multiservicio de Kutxabank. Dentro del marco #KreoEnTiKultura, obtendrán 5 euros de descuento los que compren la entrada en la página web https://ticket.kutxabank.es/kreoenti/public/janto/#

Kresala Dantza Taldea fue fundada en 1968 por Gene Yurre. En 1980 Xabier Arregi y Pako Sexmilo tomaron el relevo en su dirección. Desde 1993 Faustino Aranzabal es su director artístico. Desde su nacimiento en Donostia, la compañía , con el mundo tradicional como fuente de inspiración para la creación, realiza un teatro de danza original. Se inspiran en las vanguardias, la literatura, las artes escénicas y las nuevas disciplinas artísticas, tomando como base tanto el baile tradicional como el contemporáneo.

Entre sus espectáculos más destacados figuran Maskarada (1972), Azagak (1973), Ioiak (1983), Iruleak (1987), Hostoak (1996), Soka (1998), Bestaberri (2000), Marixe (2002), Sehaska (2006), Buba eta Bubu (2011), Oteizaren kaxa beltza (2014) o Zeruko (2017).

Además, Kresala ha participado como compañía invitada en festivales de teatro y danza alrededor de todo el mundo, y ha obtenido importantes premios de danza en ciudades como Aviñón, Milán, Burdeos o Zúrich.

Baile, poemas, teatro... Los bailarines dan cuerpo a un arte barroco de inspiración popular que conforma una colección de danza preclásica, recogida en las 17 escenas de un ballet desarrollado en un solo acto, con claras referencias a Esquivel, Iztueta y Gades. Además, poemas de Artze, Etxepare y Galeano articulan la trama central de la obra.

Coreografía y música. La coreografía es de Faustino Aranzabal y la música de Enrike Solinís.