El polideportivo de Fadura cederá este próximo jueves (19.00 horas) su protagonismo deportivo para centralizar el buen hacer profesional y la trayectoria de destacados vecinos y vecinas de Eskuinaldea y Uribe Kosta en los premios XVII DEIA Laboral Kutxa Hemendik Sariak para una comarca envidiable. Ejemplos del buen hacer de este territorio son la cuadrilla Gu Gara, de Getxo; la frutería Bizarrak, de Leioa; las jugadoras de rugby +35 del Kakarraldo, de Plentzia; José Ignacio Uribarri, de Viveros Fadura (Berango); la Asociación Gaude y su proyecto en Barrika; Azkorri Ikastetxea, de Getxo; los hermanos Iñaki y Jon Mendizabal, de Armintza; el restaurante Begoña, de Gorliz, y la Mutualidad Benéfico Funeraria Leioa.
La Frutería Bizarrak se apoya firmemente en la calidad del género. Pero, sobre eso, hay infinidad de ramificaciones que la convierten en un establecimiento extraordinario: talleres divulgativos para niños, colaboración con Betiko Ikastola, con las colonias de verano municipales, un próximo proyecto de grabaciones con clases de cocina, Olentzero en la tienda y un largo etcétera. Todo es fruto de la unión entre Félix y Ana y su hijo Gaizka Carazo. Es decir, la combinación de dos generaciones que mantienen lo que funciona y que innovan para ir más allá. Eso sí, la pasión en su trabajo y el trato con las personas no cambia. “Para mí, un Gracias de un cliente es la leche”, confiesa Gaizka. “Intentamos probar prácticamente todo el género. Y si no nos gusta a nosotros, no lo cogemos. Vender por vender, no”, argumenta Gaizka. “Queremos lo puntero. El top de la gama”, enfatiza. Y a partir de ahí, ofrecer al cliente lo que demande. De ahí que preparen cestas increíbles para regalos, o piezas de fruta listas para comer en la oficina y hasta verdura troceada. Pedidos en persona o por WhatsApp. Normal que Félix exclame: “¡Los tiempos han cambiado muchísimo!”. En esa onda de movimiento continuo está el hijo, que, por ejemplo, viaja a la feria del sector en Hamburgo y se va catando de cómo está el mercado por allí. “Hay países de Europa que juegan en otra liga”, admite. “Hay que avanzar hacia lo gourmet, hacia lo selecto, ir más a la persona”, considera. Él ha ido aprendiendo y va aplicando detalles porque “frutería ya no es solo venta”. Se podría decir que hasta ingredientes educativos, como se ve en los talleres de conocimiento dirigidos a niños de 6 a 12 años. “Empezamos hace dos años y la experiencia es muy positiva. Les explicamos todos los procesos, empezando por las abejas y el polen”, indica Gaizka. Y prueban las frutas, algunas aunque sean comunes, desconocidas para muchos de ellos. “Cien kilos de kiwis se han comido este verano los del campamento UDA”, sonríe este frutero dedicado de mil y una maneras a la tienda. Más de 50 peques han pasado ya por estos cursos tan nutritivos. Pero además, Bizarrak lleva mucho tiempo aliado con Betiko Ikastola y sus alumnos disfrutan en el comedor de sus frutas. Y nada de solo manzana o pera. Van cambiando para que los paladares conozcan la enorme variedad. Hay mucho cariño en las paredes de este local de Pinueta. Félix y Ana empezaron con el negocio en 1986 en otra sede. “Aquí han comprado abuelas, hijas y nietas. Ya digo yo a veces: No te lleves esto, que tu abuela prefiere aquello. El cliente es familia”, cuenta Gaizka.
También hay lazos de sangre en Viveros Fadura. En Larrañazubi, entre Getxo y Berango, se encuentra esta empresa con una amplia gama de plantas de exterior e interior y productos vinculados a las plantas y a la jardinería. Un negocio que lleva el sello de José Ignacio Uribarri, que en 1984 inició su andadura en el mundo de las plantas. Hace ya, por lo tanto, cuatro décadas y por eso, para él irá este homenaje de los XVII DEIA Laboral Kutxa Hemendik Sariak. Actualmente son un vivero de plantas que mantiene una parte de sus orígenes de producción, disponen de una oferta variada de planta y arbolado y trabajan en el diseño y ejecución de obras de jardinería. A este respecto, en la planificación de jardines destacan que resulta imprescindible tener en cuenta factores como la orografía, la orientación, la climatología, el suelo, los elementos constructivos existentes, los accesos y tránsitos de personas y vehículos. “Tenemos en cuenta estos factores y estudiamos el uso que darás al jardín o terraza. A partir de esta información, dibujamos y acotamos los espacios, zonificaremos, generamos masas verdes, espacios de arbolado, agrupaciones de macetas, plantearemos pavimentos para los accesos y organizamos las zonas de césped”, detallan.
De igual modo, es cuestión de familia el restaurante Begoña. Junto a la espectacular bahía de Gorliz, ubicaron hace más de seis décadas su negocio Martín Uribarri y Begoña Oleaga. Al lado del pinar de Gorliz y muy cerca de la playa (Camino Landabarri Estrata, 1) se encuentra en un rincón privilegiado de la geografía vizcaina desde donde ofrecen cocina tradicional. Actualmente, está regentado por la segunda generación de la familia, con Nekane Santamaría al frente, junto a sus hijos Mikel Uribarri, al mando de los fogones, y Xabi Uribarri, en sala. “Begoña, mi suegra, estuvo al frente del restaurante hasta los 85 años. Empezaron con productos de la huerta y mucho esfuerzo y picardía”, recuerda Nekane. Precisamente, de ella aprendió todos los entresijos del negocio hostelero, que mantiene su esencia pero que ha ido introduciendo algunos cambios en sus platos. Siempre cuidando con un mimo exquisito el género y buscando productos de kilómetro cero, como los pescados procedentes de Armintza y Ondarroa, además de verduras de temporada, en su carta se pueden encontrar suculentos platos como el pulpo gallego con puré de patata ahumado al pimentón y su emulsión; la sopa de pescado de Amama Bego con almejas, pescado y marisco; puerros artesanos con aceite de ajos, brotes y tierra de aceituna negra o uno de los mayores reclamos, la merluza con begihandis. “Es uno de los platos que más nos piden”, confirma Nekane.
La gala del próximo jueves también distinguirá a Mutualidad Benéfico Funeraria de Leioa, que lleva ayudando y apoyando a las personas en situaciones tan difíciles desde 1932, ni más ni menos. Ubicada en Iparragirre Etorbidea, 36, mantiene “un compromiso inquebrantable con la excelencia y el cuidado en momentos delicados”. Esta entidad se caracteriza por su profesionalismo y empatía en cada servicio, con una atención personalizada. “Esa es la prioridad”, remarcan.
Grandeza de la comarca
Estos galardones, que ponen en valor las diversas facetas que hacen referente a esta comarca, también reconocerán a Iñaki y Jon Mendizabal. A buen resguardo, en el puerto pesquero de Armintza, descansa regularmente el barco Beti Itsasoko II. Una embarcación realizada en poliéster por la empresa Astilleros de Bermeo que empezó a surcar las aguas del Cantábrico el pasado mes de marzo de la mano de dos hermanos de Armintza, Iñaki y Jon Mendizabal. Su barco tenía ya unos añitos y decidieron dar el paso para contar con una embarcación nueva, dotada de los últimos adelantos y con una gran capacidad para seguir haciéndose a la mar con garantías después de toda una vida embarcados. Así, el Beti Itsasoko II presenta unas características peculiares, diferentes al resto de embarcaciones de la flota vasca de bajura. Tiene una eslora de 14 metros y una manga de 5, superior a la de otros barcos. Se trata de un barco muy estable y potente, con mucho espacio para desarrollar la actividad pesquera. Además, la proa es tradicional desde la parte superior hasta su ecuador para pasar a ser invertida en la zona inferior, la que entra en contacto con el agua. Un diseño destinado a amortiguar el golpe de la ola durante la navegación. Asimismo, centra su actividad pesquera en la captura de verdel durante la primavera y el bonito en la temporada estival, para posteriormente dedicarse a la pesca con palangre, tanto de superficie como de fondo, a la captura de merluza y lubina.
Por su proyecto en la localidad costera de Barrika, se aplaudirá a la Asociación Gaude, una entidad sin ánimo de lucro especializada en la prestación de apoyo tanto a las personas con discapacidad intelectual de Bizkaia como a sus familiares. Una entidad que lleva más de cuatro décadas trabajando para reconocer la presencia y plena inclusión de estas personas como ciudadanos de pleno derecho. Cada día trabajan para superar barreras, defendiendo y reivindicando su derecho a la plena ciudadanía, generando oportunidades para vivir vidas con sentido y acompañando proyectos de vida desde un rol de contribución social. En su nacimiento tuvieron otro nombre: Asociación Uribe Costa. Fue un 4 de noviembre de 1981 cuando se constituyeron como entidad independiente gracias al esfuerzo de un pequeño grupo de padres y madres de personas con discapacidad intelectual. Posteriormente, el 2 de octubre de 2017 se despidieron de dicha denominación y pasaron a llamarse Gaude. Actualmente 301 personas y sus familias forman parte de la asociación, que cuenta con 434 socios, 68 voluntarios, además de más de 140 colaboradores y 139 profesionales.
Otro de los galardones recaerá en Azkorri Ikastetxea y, más en concreto, en su pacto por una infancia libre de móviles que aboga por retrasar la adquisición de los primeros dispositivos. Es un proyecto que nació de dos madres del colegio: Elena Cruz e Inés Gallego y que contó con el respaldo sin fisuras de la dirección, encabezada por Alicia Gutiérrez. “Ahora nuestros hijos están en quinto de Primaria; el compromiso es renovable año a año y debatimos el horizonte temporal, que en principio, podrían ser los 16 años”, explica Elena. “Apoyamos y agradecemos esta iniciativa y que las familias la lideren”, destaca la directora de Azkorri Ikastetxea. Elena e Inés empezaron en septiembre de 2023 a darle vueltas a este asunto y ahora son cerca de 30 familias las que han firmado, literalmente, este acuerdo. “La fuerza del grupo” esa es la clave, tal y como enfatiza Inés. “Tú piensas: ¿Voy a ser la última madre que le dé un móvil al niño cuando todos sus amiguitos y compañeros ya tienen? Entonces, reflexionamos: Vamos a hacerlo a la inversa. Y esa es la filosofía del pacto: si una mayoría estamos en la misma sintonía, ya no va a venir tu hijo a decir que es el último. Ahí hacemos la fuerza del grupo, que es el espíritu de este pacto”, agrega. Además, el centro educativo ha recogido el guante y buscará la extensión de este compromiso.
También son madres, fundamentalmente, las integrantes del equipo Antzarrak; esto es, el equipo de rugby femenino del Kakarraldo +35. Son unas auténticas campeonas en muchos sentidos, pero también en el estricto porque se han proclamado las número uno de España. Ganaron el III España Mater Series, disputado en Barcelona el pasado mes de marzo sin perder un solo partido. Y eso tiene un mérito enorme porque la trayectoria de este conjunto plentziarra se remonta a poco antes del estallido de la pandemia. “Nos pasó como ocurre en otros clubes: las madres que están allí con los hijos mientras entrenan se preguntan: ¿Qué hacemos de mientras? Venga, nos juntamos y pasamos un balón. Luego eso fue creciendo hasta que en enero de 2023 nos invitaron a un partido amistoso y nosotras: ¿Un partido? No puede ser. Pero nos animamos”, repasa Olatz Obieta, una de las jugadoras. Así nacieron las Antzarrak, una plantilla que aglutina hoy en día a una treintena de mujeres desde los 36 a los 54 años “de lo más variopinto”, admite esta integrante. “La mayoría nunca habíamos jugado al rugby, unas pocas sí, de jóvenes; algunas habían practicado otros deportes, pero hay muchas que no habían hecho nada”, explica Olatz, que agradece “el respaldo” que les brinda el club.