Si la cuadrilla Gu gara escribiera un nuevo libro con sus andanzas y desandanzas seguramente incluiría que el 14 de noviembre de 2024 recibió un premio, un DEIA Laboral Kutxa Hemendik Sariak. Se lo merece por su férrea amistad de medio siglo, que ha quedado reflejada en las páginas de La cuadrilla Gu gara a través del tiempo. Crónicas y recuerdos tras 50 años.

Como sus autores Anselmo Ardanza y José Limia explican, esta obra “es un testamento a la amistad inquebrantable y a las tonterías que nos han mantenido unidos durante tantos años”. En efecto, es un repaso a las cinco décadas de andanzas de esta cuadrilla de Algorta. Un grupo de amigos que nació cuando sus integrantes tenían 16-17 años y que, con sus vaivenes, picos de quedadas y más o menos gente, se mantiene en la actualidad ¡hasta medio siglo después!

“Es una recopilación de susedidos”, apunta Anselmo. Nada extraordinario, ningún episodio de primera plana, ni un momento espectacular. Es la descripción de la vida misma, de la cotidianidad, del paso del tiempo. Todo, hilvanado con fiestas populares, deporte, alguna gamberrada, poteo, tertulias políticas, Athletic, monte, implicación por Getxo... “Un recorrido histórico desde la juventud, pasando por la madurez hasta nuestra ¿vejez? activa actual”, indican los autores. Eso sí, estas letras que son las bodas de oro de una cuadrilla y las fotografías que las acompañan son un canto a la amistad. Y algo así sí que es asombroso y excepcional: medio siglo de unión. “¿Que cómo seguimos juntos? Esa es la pregunta del millón para mucha gente”, admite Anselmo. Él, sobre todo, alude a una palabra para explicarlo: respeto. “Cada uno tenemos nuestras ideas políticas y seguimos manteniendo debates a día de hoy, pero lo primero es lo primero, hay que priorizar la amistad y eso ha sido clave desde siempre”, señala.

Luego, han conseguido que esos caminos, que tantas y tantas veces se bifurcan en un grupo que brota imberbe, mantengan un mismo rumbo. “Hoy en día, estamos unos 25-30 de manera activa”, afirma Anselmo. Y bueno, los instantes para ir de potes por Algorta son los más fijos de la semana. “Luego está el calendario oficial con las fiestas, un boom para nosotros: Paellas, San Ignacio, San Lorenzo, Puerto Viejo...”, enumera con ímpetu Anselmo. Los festejos han sido un potente nexo –el premio de este periódico puede meterse en esta apartado festivo también–, fuente de acontecimientos, cuna de diversión, de exaltación de la amistad, de ligoteo... Aunque, realmente, estos jovenzuelos que ya están jubilados han tonteado mucho en épocas pasadas con las chicas durante cualquier fin de semana en Telletxe. “Nos decían que éramos unos ligones. Una vez, en los años 80, hasta nos sacaron una pancarta llamándonos robanovias”, rememora este miembro de Gu gara. “En ocasiones hemos hecho bravuconadas por la noche; nos han podido tildar de chulos y prepotentes, y por eso, en este libro, también pedimos disculpas públicas a los taberneros y las mujeres”, comenta Anselmo. Ahí va ese perdón, por ejemplo, a los propietarios del Charlot por llevarse de fiesta el muñeco que tenían en el bar...

Este recopilatorio de vivencias, aventuras y desventuras, está salpicado del buen humor. “Pero no todo es jiji-jaja”, destaca Anselmo, que pone en valor “el compromiso” de muchos integrantes de la cuadrilla con su municipio, a través de la participación en asociaciones de vecinos, sociales, culturales, y también en clubes deportivos, en especial, de rugby y remo... Es más, los orígenes de esta camaradería están en el grupo scout de Itxas Gane y la Sociedad Etorkizuna. Por lo tanto, el periplo de esta cuadrilla cincuentona condensa, de alguna manera, la trayectoria de Getxo desde 1973 –el 50º aniversario fue en 2023, pero el libro ha tardado en editarse–. Además, sus experiencias son, sencillamente, las de todos.

En definitiva, este grupo de getxoztarras es un ejemplo de “un conjunto heterogéneo, con todo tipo de sensibilidades artísticas, deportivas o políticas” que se respeta y que se interesa por mantener su unión.