PROTEGIDOS por los montes que se alzan a su alrededor, los municipios de la comarca de Nerbioi-Ibaizabal se han ido desarrollando, a lo largo de los siglos, en valles y laderas haciendo frente a una orografía compleja. Han ido creciendo y evolucionando gracias al trabajo, tesón y esfuerzo de las comunidades que los eligieron y ocuparon para su proyecto de vida. Y también han sabido crear, cuidar, recuperar y transmitir su rico patrimonio cultural, social, deportivo o económico. Esas personas, agentes y entidades que se han preocupado por encajar las piezas del puzzle que ha ido conformando la comarca volvieron ayer a ser reconocidos a través de la XII edición de los Laboral Kutxa DEIA Hemendik Sariak. En esta ocasión, la villa de Ugao-Miraballes actuó de municipio anfitrión y su Santuario de la Virgen de Udiarraga acogió a las 20.00 horas la gala de entrega de un total de 13 galardones.

La primera intervención correspondió al alcalde Ekaitz Mentxaka que se dirigió a los galardonados afirmando que “vosotros sois quienes construís la comarca desde el compromiso, la perseverancia y el trabajo diario”. A continuación, el director de DEIA, Iñaki González, tomó la palabra para incidir en la filosofía de unos premios “que nacieron para dar el protagonismo a las personas que, habitualmente, no copan grandes titulares pero que llenan las páginas de Hemendik para transmitir la vida de sus pueblos”. Así lo hacen los integrantes de Kilimusi Eskaut Taldea. Tres décadas lleva ya la agrupación de Arrigorriaga formando en valores a niños gracias a la implicación de sus monitores voluntarios que fueron los que inauguraron ayer la entrega de los Hemendik Sariak. Personas que ofrecen su tiempo libre son también los gestores del Banco de Alimentos de Ugao-Miraballes que atiende además a las localidades de Arrankudiaga y de Zeberio. “Empezamos ayudando a 35 familias y ahora lo hacemos con 51. Por desgracia, cada vez hay más necesidad”, lamentó Mikel Oyarzabal. La vertiente social estuvo además representada por la residencia de ancianos Arratiako Egoitza que lleva desde 1994 “trabajando para los usuarios y sus familias”, indicó su directora, Naiara Zamalloa. Y para los jubilados y pensionistas de Ugao-Miraballes, la asociación Gure Etxea, fundada en 1987, organiza “actividades para que no se aburran”, aseguró Iñaki Landajo.

Galardones con nombre propio fueron los concedidos a José Mari Kortazar, Juan Manuel Etxebarria y Txomin Bustinza. El cura de Arratia reconoció sentirse extraño “delante del altar y no detrás” y con modestia declaró que “este premio lo merecen realmente agrupaciones como Cáritas”. Por su parte, el doctor en Filología Vasca e investigador en el campo de la etnolingüística, natural de la localidad de Zeberio, puso en valor su tesis doctoral centrada “en estudiar el euskera tan puro y arcaico que se habla en Zeberio para difundirlo y que no se pierda”. Y el galdakoztarra creador de uno de los belenes más emblemáticos de la comarca anunció “novedades en el que estoy preparando para estas navidades junto a una exposición de los caseríos”.

Cumplir 50 años es un hito digno de celebración. Así lo han hecho, y por eso han recibido premio, el Colegio Lamuza de Laudio y la Agrupación Coral de Orduña. Y trayectorias también destacadas son las de Aiara Dantza Taldea, de Amurrio, que en este 2019 ha conmemorado su 35 aniversario y la de la Cofradía San Martín de Finaga, de Basauri, por sus 25 años como guardianes de las tradiciones más arraigadas de la zona.

Los Laboral Kutxa DEIA Hemendik Sariak también ponen en valor la importancia del deporte y en la gala de ayer se premió el trabajo del Club de Balonmano Femenino Kukullaga, que recibió el Bizkaia Saria, y tiene como objetivos esta temporada “que el primer equipo consiga lo máximo en la Liga y seguir creciendo como club”; y del Artunduaga Atletismo Taldea, de Basauri.

Aplaudiendo a todos los premiados estuvieron también Nuria Álvarez, Sonia Rodríguez, Iñaki García Uribe, Fran Mendikote, Iker Ugarte y Joana Pérez.