La estrategia de la Diputación de Bizkaia para que la diversidad no sea fuente de desigualdad, discriminación y exclusión tiene un amplio margen para desplegar todo su potencial. Y eso significa oportunidades para crecer y prosperar, para evolucionar como sociedad cohesionada

También con retos y obstáculos que resolver. Algunos identificados, como reforzar la colaboración con los ayuntamientos y la coordinación entre los departamentos forales y profundizar así en la generación de vínculos, y otros que todavía no han llegado pero que lo harán arrastrados por corrientes conservadoras y uniformizadoras.

“Ojalá fueran pasos de gigante”, ha resumido la diputada foral de Empleo, Cohesión Social e Igualdad, Teresa Laespada, para referirse a las 21 acciones contempladas en el II Plan de Diversidad y Cohesión Social, la nueva y ambiciosa hoja de ruta para abordar una construcción social justa, equitativa y respetuosa con los Derechos Humanos desde todas las dimensiones posibles.

De abajo a arriba

Una actualización que fija su atención en la comunidad, en el vecindario, en los centros educativos, en los comercios… Porque, como ha insistido, “la cohesión no se construye en los despachos, sino en los barrios".

Este documento de trabajo, vivo y que será evaluado a finales de 2027 con el propósito de corregir actuaciones o incluir nuevas en favor de la diversidad y de la cohesión social hasta su fecha de caducidad en 2030, pone el acento en la juventud y en el “enfoque comunitario”. Es decir, quiere dar protagonismo a la participación activa de la ciudadanía tanto para detectar problemas como para combinar soluciones.

El Plan marca el horizonte del año 2030, con un proceso de evaluación intermedia fijado para finales de 2027 que permitirá corregir las acciones si fuera necesario. DFB

“Busca tejer redes, reforzar las relaciones entre personas para afrontar no solo la soledad, sino también las quiebras sociales originadas por la desigualdad o la exclusión”, ha enfatizado Laespada. Esa mirada común y compartida a las políticas de desarrollo comunitario se antoja como una pieza clave para “que la diversidad no se convierta en fragmentación, sino en convivencia, en reconocimiento mutuo, en solidaridad”.

Motor de cambio

Es en este punto donde la juventud cobra un protagonismo especial. Bizkaia quiere que sean motores de cambio, de transformación social. Y para eso es necesario escuchar y confiar. Este II Plan de Diversidad y Cohesión Social así lo reconoce abiertamente, como ha hecho la propia diputada foral durante su intervención en las Juntas Generales. “No podemos hablar de cohesión social sin hablar de las personas jóvenes. Son un eje fundamental para construir un futuro mejor para Bizkaia”, ha resumido ante los grupos políticos con representación en el Parlamento vizcaino.

“Sabemos que las personas jóvenes viven la diversidad de manera intensa: en sus identidades, en sus trayectorias migratorias, en sus orientaciones sexuales, en sus formas de habitar el territorio. Por eso, la política de juventud debe ser interseccional, debe reconocer las múltiples desigualdades que atraviesan a las personas jóvenes y debe generar espacios seguros, participativos y transformadores. Debemos trabajar para que las políticas de juventud no sean un compartimento estanco, sino que se articulen con las políticas de diversidad y con el enfoque comunitario”, ha desgranado Laespada.

Y es que algunos de los puntos débiles del actual modelo detectados tras la evaluación del primer plan foral residen, precisamente, en prácticas políticas y administrativas que, de algún modo, no contribuyen a que la diversidad sea un elemento dinamizador de la vida pública y cultural. Por eso y para intentar solventar esos obstáculos, la nueva hoja de ruta propone abrir el foco, un modelo más participativo y conectado, colaborar con otros departamentos de la propia Diputación –empezando por los de Euskera, Cultura y Deporte, y Acción Social– e implicar a más ayuntamientos y más entidades del Tercer Sector en la Mesa de Diálogo Social. Ahora son una veintena, aunque a la línea de subvenciones se presentan unas sesenta.

Este II Plan de Diversidad y Cohesión Social fue compartido con representantes del Tercer Sector a finales del pasado mes de septiembre. DFB

Acciones 'emergentes'

Y compartir. Compartir experiencias, dudas e incluso fracasos de los que aprender una lección. No es el caso de Iurreta -parte activa durante esa primera hoja de ruta- ni de Médicos del Mundo y un proyecto suyo en San Francisco para tratar de frenar las quiebras sociales originadas por la desigualdad o la exclusión que ya ha sido exportado a Barakaldo

De hecho, el plan contempla un total de 21 acciones de las que 11 serían de continuidad y 10 emergentes. Estas últimas son nuevas en su contenido, forma u orientación, y constituyen iniciativas clave surgidas del ciclo presente. Entre estas últimas, Laespada ha citado: desarrollar herramientas que permitan gestionar la información sobre diversidad; habilitar otros espacios participativos que ensanchen la base asociativa; promover e impulsar la conversación pública; reforzar la alianza con entidades de segundo nivel; avanzar en la articulación con otros agentes sociales e institucionales; impulsar la colaboración con otros departamentos; apoyar la gestión de la diversidad en políticas locales en municipios; conectar las experiencias de trabajo sobre diversidad; identificar y ejecutar acciones compartidas dentro del departamento; e impulsar iniciativas comunitarias con mirada de diversidad y la convivencia intercultural.