Los hay que se van a las islas Azores, Sevilla o Egipto; quien vuelve tras disfrutar de unos días en Londres y el que regresa a casa después de conocer Bizkaia por primera vez. En el aeropuerto de Bilbao se cruzan este Lunes de Pascua los viajeros que comienzan sus vacaciones y los que las terminan, una jornada que históricamente supone el día con más operaciones del año. En esta ocasión serán 178 los aviones que despegarán y tomarán tierra en su pista, casi uno cada cinco minutos, casi una veintena más que el año pasado impulsado por los nuevos destinos de verano ya operativos y los chárter programados para estos días festivos.

Desde el primer avión del día, un vuelo de Volotea que ha despegado rumbo a Sevilla a las 6.45 horas hasta el último que aterrizará en las instalaciones vizcainas, procedente de Munich y que, operado por Lufthansa, tomará tierra a las 23.25 horas, el aeropuerto de Bilbao es este lunes un trasiego incesante de maletas, carritos y mochilas. Se van a operar un total de 178 vuelos, entre despegues y aterrizajes, ya que se trata de un día de regreso para muchos pero también de salida para los que comienzan sus vacaciones esta semana, lo que lo ha convertido históricamente en la jornada de mayor actividad del año. Hace dos años fueron 151 y 161 en 2024; los vuelos chárters, que prácticamente habían desaparecido del aeropuerto tras la pandemia del coronavirus y sus restricciones a la movilidad, y el hecho de que ya esté operativa la temporada de verano -desde finales de marzo y con seis destinos nuevos- han disparado las cifras.

Varias personas esperan la salida de su avión en el aeropuerto de Bilbao este Lunes de Pascua Markel Fernández

Y no solo este lunes. A lo largo de esta Semana Santa, en apenas once días, el aeropuerto tiene programadas 1.629 operaciones, un 14,8% más que en 2024 y el número más alto de los últimos años. Suponen una media de 150 vuelos diarios, ya en fechas muy cortas se produce un desplazamiento masivo de personas deseosas de disfrutar de unos días de descanso a diferencia de lo que ocurre en verano, cuando los viajes se distribuyen a lo largo de prácticamente cuatro meses. "Semana Santa siempre es una locura de gente; llevo trabajando desde el jueves, así que ya voy en piloto automático", reconocía la camarera de uno de los locales del aeropuerto, mientras despachaba refrescos y croissants respondiendo en inglés, francés e italiano.

"Se cogen con ganas"

Mientras muchos están ya este lunes pensando en la vuelta al trabajo de mañana, hay quien todavía no ha hecho más que comenzar sus vacaciones. Es el caso de Edurne e Iñigo, una pareja que han decidido conocer Egipto aprovechando uno de los vueltos chárter. "Tenemos todavía fiesta esta semana de Pascua así que vamos a aprovecharla. Hemos cogido las vacaciones con ganas porque desde Navidad se ha hecho largo y apenas ha habido festivos", explicaban mientras hacían tiempo en la cafetería antes de embarcar. Vecinos de Gasteiz y profesores de profesión, empalman estas vacaciones con los festivos de San Prudencio y el 1 de mayo. "Pero trabajamos hasta el miércoles pasado, ¿eh? No vamos a tener tres semanas de vacaciones, ¡ya nos gustaría! Algo trabajamos", se apresuran a aclarar riendo, conocedores de la fama que persigue a los docentes. "No solemos viajar mucho en Semana Santa pero este año nos ha coincidido así", relataban.

Será la primera vez que visitarán la tierra de los faraones, "un destino que nos apetecía mucho" y en el que tienen previsto realizar un crucero por el Nilo y pasar unos días en El Cairo. "Es un viaje organizado, así que donde nos lleven", se relajan sin tener que planificar las actividades de cada día, algo preocupados, eso sí, por el calor que les espera. "En verano nos han dicho que es imposible ir; incluso ahora hemos visto que están previstas máximas de hasta 40 y 42ºC", señalaban.

De vuelta a Barcelona

En la planta de salidas coincidían con Nina Lesa y su familia, que han pasado unos días en Bizkaia y regresaban a Barcelona. Su marido ya conocía Bilbao pero era la primera vez que viajaban juntos con sus dos hijas, de tres y un año. "Han sido unas vacaciones estupendas, nos ha gustado mucho todo lo que hemos visto. Dejando a un lado el tiempo, han sido unas vacaciones fantásticas", ironizaban sobre la climatología que ha acompañado estos días, empujando las maletas hacia la cola para facturar. Y es que han podido aprovechar no solo para recorrer la capital vizcaina, su museo Guggenheim y su Casco Viejo, sino también para acercarse hasta Gaztelugatxe, Getxo y Mundaka, e incluso a la playa, "aunque sin bañarnos, claro está". Con todo, aseguraban que han podido "recargar las pilas" para volver de nuevo al trabajo mañana martes. "Y a soñar ya con las vacaciones de verano", confiaban.

Igual de entusiasmados volvían María Pía Salegi, su marido Peio y sus dos hijas de Londres, donde volaron el pasado jueves para pasar estos días de Semana Santa. "Era la primera vez estábamos y nos ha gustado mucho", reconocían mientras cargaban las maletas en el coche para volver a Elgoibar, donde viven, tras haber visitado "todo lo típico" en la capital de Reino Unido. Eso sí, la depresión postvacacional no les va a afectar ya que tendrán todavía vacaciones esta semana. "Pero ahora ya en casa", aseguraban.