El alcalde de Muskiz, Borja Liaño, cuyo municipio está confinado desde este lunes, ha apelado a la responsabilidad y ha confiado en avanzar "pronto" en las vacunaciones para recuperar "una situación lo más cercana posible a la anterior normalidad".

Liaño ha reconocido que la población está "un poco cansa", ya que el municipio vizcaíno lleva ya "muchos cierres perimetrales".

"Este ya va a ser el cuarto y la gente está ya aburrida de la situación, aunque esto no quiere decir que haya que hacerlo, porque, al final, estamos conviviendo con una pandemia y las medidas que se toman son para que del alguna forma podamos contener al virus", ha dicho.

El alcalde de Muskiz ha dicho que "es lo que nos ha tocado con la decisión que se toma" y ha reconocido que para la hostelería y para los vecinos, "que tenían muchas previsiones de cara a estos días festivos", la noticia "no es positiva".

No obstante, ha afirmado que, "como alcalde y como institución", entiende que el LABI "tiene que tomar decisiones en base a lo que entienden es una medida colectiva para la contención del virus, y lamentablemente nos ha tocado a Muskiz una vez más".

Según ha destacado, Muskiz es un municipio con unas características especiales en cuanto a que hay "mucha más movilidad de lo que la población que reside en el propio municipio tiene, con la refinería, dos o tres residencias y varios centro escolares, lo que hace que haya una población flotante de lunes a viernes de casi de 4.000 personas más de las que tenemos los fines de semana".

Tras asegurar que entienden el malestar de los hosteleros, ha dicho que no queda más que "apelar a la responsabilidad", y ha asegurado que como alcalde su deseo es que "avancemos pronto en las vacunaciones para que, lo antes posible, podamos recuperar una situación lo más cercana posible a la anterior normalidad".