El Museo Guggenheim presentaba esta mañana de sábado una imagen poco habitual. Lejos de la tranquilidad y el silencio que suelen reinar en los museos, todo eran conversaciones entremezcladas provenientes de los cientos de visitantes que se agolpaban en el atrio, en las escaleras y en las salas de exposiciones del Guggenheim. Una estampa derivada de la gratuidad de las entradas durante el fin de semana del 18 y 19 de octubre con motivo del vigésimo octavo aniversario. Unas entradas que se agotaron a las pocas horas de salir a la venta este pasado martes.

Pequeños y mayores de varias nacionalidades hacían cola en en la entrada del museo con el objetivo de validar su entrada, pasar el control de seguridad y disfrutar de las diferentes exposiciones como la de la artista estadounidense Barbara Kruger o la recién estrenada obra de la portuguesa María Helena Vieira da Silva. Una vez dentro, la propia estructura del museo impresionaba a los visitantes que sin pensárselo dos veces sacan el móvil para inmortalizar cada pequeño detalle.

Varios visitantes fotografían el interior del Museo Guggenheim Oskar Gonzalez

Miguel Jiménez y Carmen López han venido desde Málaga a pasar unos días en Bilbao y se llevaron una grata sorpresa a la hora de adquirir las entradas. "Queríamos visitar el Guggenheim si o sí y cuando entramos a comprar los tickets y vimos que este fin de semana eran gratis, nos llevamos una alegría", contaban emocionados. Como ellos, han sido muchas las personas que se han topado por casualidad con la gratuidad de la entrada y no han querido desaprovechar la oportunidad.

Alberto Fernández y sus amigos han venido desde León para correr la Bilbao Night Marathon —que saldrá a las 19.00 horas de la tarde desde la explanada de San Mamés—, y han aprovechado la oportunidad. "Ayer salimos de fiesta y estamos un poco cansados, pero teníamos que venir al Guggenheim para poder decir que hemos estado en Bilbao. A ver si llegamos con fuerzas para la carrera de la tarde", apuntaban entre risas. En su caso se enteraron de que las entradas eran gratis por las redes sociales del propio museo.

Sin embargo, como suele pasar cuando algo es gratis, las entradas duraron muy poco y mucha gente se quedó sin ellas o tuvo que conseguirlas de otra manera. "Yo quería venir con mis amigas, pero para cuando nos dimos cuenta ya se habían acabado. Hemos tenido la suerte de que mi hija tenía algunas y como al final no ha podido venir, nos las ha dado", aseguraba Berta Suárez que, junto a dos amigas, disfrutaba del museo que "tenemos muy cerca de casa y hasta que no hay una cosa de estas no nos animamos a venir".

Lo gratis siempre gusta

A pesar de que la visita a los museos no suele ser un plan para todos los gustos, el hecho de que este finde semana la entrada al Museo Guggenheim sea gratuita ha animado a mucha gente que de otra manera no se hubiese decantado por este plan. Sin embargo, también ha habido sitio para los más fieles. "Solemos venir siempre que podemos y no iba a ser menos esta vez que encima nos ha salido gratis ", reconocían María Martínez y Paula López, madre e hija.

De igual manera, en la mañana de este sábado también se veían muchos carritos infantiles y familias con niños y niñas. Un lugar poco habitual para los más pequeños de la casa pero que, impulsados de nuevo por la gratuidad, han elegido el Museo Guggenheim para pasar parte de la mañana.

Muchas familias con hijos eligieron el Museo Guggenheim para pasar parte de la mañana Oskar Gonzalez

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"Nunca habíamos hecho un plan así con los críos porque al final se aburren y nosotros no lo disfrutamos, pero hoy hemos probado a ver qué tal. De momento se están portando bien porque les hemos prometido que luego vamos a ir a los columpios, a ver cuánto aguantan", contaba el bilbaino Markel Gómez entre risas.

En definitiva, la imagen que presentaba el Museo Guggenheim en la mañana de este sábado dejaba claro que lo gratis siempre gusta. Muchas de las personas que hoy visitaban el museo quizás no lo volverán a hacer. Otras muchas habrán descubierto algo nuevo y quizás se animen a acudir otras veces y, las más fieles, seguirán pagando el precio habitual de las entradas para disfrutar de todo lo que ofrece el imponente edificio.