El Surne Bilbao Basket tiene en Europa su ecosistema balsámico ante los problemas que le atenazan en la Liga Endesa. Sin tiempo para lamerse las heridas del derbi vasco del pasado domingo, los de Jaume Ponsarnau demostraron este martes una meritoria capacidad de recuperación para batir en Miribilla (95-88) a un Cholet que representaba, sin ninguna duda, el mayor reto que la FIBA Europe Cup había puesto hasta el momento en su camino. Los hombres de negro mostraron una notable versión para tumbar la resistencia de otro conjunto que tampoco conocía la derrota en competición continental, que lidera la liga francesa aniquilando la jerarquía de los tres conjuntos de Euroliga y cuya última derrota databa de mediados de octubre.
El conjunto vizcaino, con un inapelable diez de diez en sus compromisos europeos, liderará su Grupo L de la FIBA Europe Cup hasta que la competición se retome ya en 2025 y lo hará tras protagonizar ante los galos una faena de gran seriedad. El encuentro fue de alto voltaje, con alternativas para ambos contendientes y sin que ninguno de los dos contara con la necesaria continuidad para imponer del todosus galones, pero los hombres de negro tuvieron la virtud de saber hacerse valer en el tramo final, con un gran trabajo defensivo y un puñado de rebotes ofensivos que proporcionaron mucho aire. Con los visitantes haciendo la goma, Thijs De Ridder, magnífico encuentro el suyo con 22 puntos, 8 rebotes y 27 créditos de valoración, dio un paso al frente para solidificar un 88-80 a 2:30 del final que facilitó mucho las cosas.
Y pese a ello, el final no fue del todo tranquilo. Entre un par de triplazos de Gerald Ayayi y Stefan Smith y otro par de errores de los anfitriones, el 91-88 a medio minuto de la última bocina resultaba demasiado inquietante, pero esta vez no hubo voltereta fatal pese a que algún que otro tiro libre, su gran lunar en esta cita (11 errores de 34 intentos), se quedó por el camino para el bando local.
Con un 34,4% desde la distancia triple (10 de 29) que tampoco fue para lanzar cohetes pero sí muy superior a lo registrado en las últimas citas de la competición doméstica, todo fue más sencillo para los locales, con Kristian Kullamae, Rubén Domínguez, Marvin Jones y Muhammad-Ali Abdur-Rahkman anotando también en dobles figuras. Ganar la lucha del rebote (37 a 33) fue también notablemente meritorio, permitiendo solo cinco en ataque a un rival tan físico, y ello hizo posible que los de Jaume Ponsarnau pudieran ser verticales, con un 18-11 en puntos al contraataque y doblando al contrincante en puntos de segundas oportunidades.
EQUILIBRIO
El arranque del encuentro de los hombres de negro fue un reflejo de sus constantes vitales en los últimos tiempos: deseo intachable, eficacia en las distancias cortas de la mano de Tryggvi Hlinason y De Ridder, con Zoran Dragic sacando faltas y viajando con asiduidad a la línea de tiros libres, pero punto de mira desviado desde la larga distancia, fallando sus cuatro primeros triples hasta que Domínguez y Kullamae pusieron fin a la sequía. También los franceses fueron fieles a sí mismos: verticales, activando el modo galope a la mínima oportunidad -tras rebote o robo- y tratando de imponer su imponente físico apretando las líneas de pase de su rival, con Chris-Ebou Ndow, autor de diez tempraneros puntos, marcando el tono de los acontecimientos en pista en ambos aros. Bajo esos parámetros, el choque fue un constante toma y daca durante todo el primer cuarto, a cuyo final se llegó con un 24-23 favorable a los anfitriones.
Muy bien armados en defensa, con energía y atrevimiento, los de Ponsarnau consiguieron abrir un interesante hueco en el marcador (29-23) después de que Melwin Pantzar anotara dos de los tres tiros libres que tuvo a su disposición, pero no pudo consolidarla. El encuentro perdió ritmo al entrar en una fase de viajes a la línea de tiros libres y el Cholet no tardó demasiado en recuperar el terreno perdido (33-34), pero el Surne Bilbao Basket supo mantenerse firme en primera instancia. Con un parcial de 7-0 que incluyó la primera aportación positiva en ataque de Abdur-Rahkman en forma de triple, obligó a Lefrançois a detener el partido a 4:36 del descanso, pero el Cholet, gracias a su joven talento Mohamed Diawara haciendo daño tanto penetrando como desde el triple, no se quedó atrás. El conjunto vizcaino volvió a entrar en fase de desacierto en lo que a triples liberados se refería, aunque un lanzamiento lejano de Domínguez le permitió llegar en ventaja al ecuador de la cita, aunque fuera con un escasísimo 49-48.
TRABAJO Y DESEO
Tras la reanudación, se mantuvo el intercambio de golpes, aunque esta vez los de Ponsarnau percutían desde la línea de 6,75 de la mano de De Ridder y Abdur-Rahkman y el Cholet se entregaba a Vautier debajo del aro. Amagaba constantemente el conjunto vizcaino con la posibilidad de fabricar rentas interesantes, pero los franceses añadían a su lista de recursos el talento de Smith y Ndow para mantenerse en situación de constante amenaza. Dejándose por el camino demasiados tiros libres y acumulando un puñado de pérdidas groseras, los hombres de negro pusieron de su parte para que un Cholet también tambaleante se mantuviera a flote (65-66), pero una canasta lateral de Kullamae y dos triples de Domínguez y Marvin Jones fueron puro oxígeno en momentos de amenaza de ahogo y permitieron a los anfitriones alcanzar los diez minutos finales con su mayor colchón del duelo: 73-66.
Los visitantes se resistían a hincar la rodilla (76-75), pero al Surne Bilbao Basket se le veía mayor actitud, energía y deseo. Muy bien armado en retaguardia, cerrándose muy bien ante los intentos de penetración de los visitantes, sacando petróleo de un puñado de rebotes ofensivos y con De Ridder llevando la responsabilidad de suministrar puntos, el 88-80 era un tesoro a 2:30 del final. Pero tratándose de los actuales hombres de negro no podía faltar cierta incertidumbre. Un tiro libre fallado por Kullamae, una pérdida de De Ridder, otra que salvó Abdur-Rahkman de manera agónica... Con el 89-85, el escolta estadounidense anotó dos tiros libres que parecían decisivos a 30 segundos del final, pero Smith añadió algo de emoción desde la distancia triple de manera inmediata. Abdur-Rahkman se dejó uno de sus dos tiros libres en su nuevo viaje a la línea de castigo, pero el Cholet no acertó en el siguiente ataque y Frey puso la guinda al triunfo de un Surne Bilbao Basket que sigue invicto en Europa.