Definitivamente, no está siendo un verano tranquilo para el Bilbao Basket, que tiene que volver al mercado para encontrar un recambio para Emir Sulejmanovic. El ala-pívot bosnio comunicó ayer por sorpresa su intención de hacer efectiva de forma unilateral la cláusula de salida de su contrato y jugará las próximas temporadas en el Iberostar Tenerife. En estos tiempos de tanta incertidumbre, el factor económico ha pesado, obviamente, en este movimiento ya que el jugador se asegura mejores condiciones en su nuevo destino. En todo caso, el Bilbao Basket no esperaba esta decisión, sobre todo porque el jugador había manifestado su deseo de continuar en Miribilla como forma de reconocimiento a la apuesta que hicieron por él el director deportivo Rafa Pueyo y el técnico Álex Mumbrú el verano pasado.

El club agradece a Sulejmanovic "su implicación y esfuerzo en esta temporada, sobre todo en el complicado contexto creado por el coronavirus", mientras que el bosnio devuelve los cumplidos y da las gracias a la afición, al club, a los técnicos y los auxiliares "por confiar en mí y lo bien que me trataron" y a sus compañeros "por permitirme disfrutar con ellos de una gran temporada en la que nos hemos divertido mucho jugando juntos". En los 24 partidos que Emir Sulejmanovic jugó como hombre de negro promedió 6,8 puntos y 5,4 rebotes en 16 minutos de juego, ocupando un rol en el que destacó la intensidad que ponía en todas sus acciones y que le hizo ganarse el cariño de la grada de Miribilla.

Rafa Pueyo tendrá que tirar de nuevo de su lista de la compra y del teléfono para dar con la pieza que debería cerrar la plantilla del Bilbao Basket de la próxima temporada. Esta vez tendría que ser la definitiva, aunque ya se sabe que el deporte profesional es una selva y los más fuertes económicamente llevan la iniciativa e imponen su fuerza. El club vizcaino no está en la situación más boyante en este contexto y toca aceptar que le sea complicado amarrar a sus piezas más cotizadas. De todas formas, ha podido renovar a Rousselle, Brown, Serron, Kulboka y Balvin para dar forma a una columna vertebral de calidad y toca confiar de nuevo en la capacidad del cuerpo técnico para sacar el máximo rendimiento de unos recursos que para otros serían escasos. Álex Reyes ya fue presentado y ayer se hizo oficial el fichaje para las próximas dos temporadas de Aaron Jones, que viene ocupar la plaza que deja libre Ben Lammers tras su marcha, también previo pago, al Alba Berlín.

Un fichaje optimista

De Alemania llega también el nuevo hombre de negro, que hizo una buena temporada y tuvo medias de 11,8 puntos y 6,5 rebotes con el Crailsheim Merlins, "un equipo que practicó un muy buen baloncesto", como apunta el director deportivo del Bilbao Basket. Pueyo define al pívot estadounidense como "un jugador atlético con facilidad para jugar por encima del aro y que saca ventaja de su movilidad en los bloqueos directos. A nivel defensivo, juega con intensidad y su envergadura le ayuda a robar balones y taponar". Además, señala un detalle importante: "Creo que conocer a Jaylon Brown puede facilitar su adaptación al equipo". Jones dejó su primer mensaje a los aficionados del Bilbao Basket en el que asegura que "va a ser una temporada muy especial, os lo aseguro". "Trabajaremos al máximo para conseguir algo grande para este club. El objetivo es simple: ganando partidos puedes quedar campeón", añade Aaron Jones con unas palabras que desbordan optimismo.