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El Athletic necesita activar un plan de choque

El conjunto rojiblanco acentúa su crisis y es, junto al Valencia y a la espera del resultado de esta noche del Oviedo, el peor equipo de la liga desde el primer parón del curso

El Athletic necesita activar un plan de choqueJuan Herrero

El derbi del sábado frente a la Real Sociedad no hizo más que retratar las debilidades de un Athletic que volvió a hincar la rodilla fruto de sus errores, que ya se han convertido en endémicos y a los que se ya se está demorando en demasía la aplicación de soluciones para erradicarlos. El propio Yuri Berchiche, que fue capitán en Anoeta y el león que mejor prestación ofreció por parte de los leones, hizo tras el derbi un diagnóstico realista de la dura situación por el que atraviesa el conjunto rojiblanco: “No estamos en el mejor momento… es algo que tenemos que mirar, porque nos está pasando mucho”. Vino a decir que el Athletic requiere de un plan de choque, tal como se suele activar en empresas o instituciones para abordar a corto plazo un problema urgente o una aguda crisis. Porque el colectivo de Ernesto Valverde a día de hoy proyecta síntomas muy preocupantes, tanto en juego como en el aspecto anímico, agravados ambos por la dinámica negativa que ha cogido en los últimos dos meses, desde el primer parón competitivo y sin tiempo de digerir el varapalo del derbi le toca visitar este mismo miércoles al Newcastle en la Champions, competición que parece molestar ahora para cierto sector cuando hace cuatro días se trataba del paraíso para una entidad de la genética de la bilbaina. En Ibaigane, en cambio, la tienen un aprecio mayúsculo por los dineros que genera.

Sea como fuere, la realidad, los números, dibujan un estado de deterioro del Athletic desde que cerrara el mes de agosto en el coliderato después de hacer pleno en las tres primeras jornadas de liga. Entonces, todo se veía de color rosa, quizá con un excesivo optimismo causado por las victorias, que no por un fútbol brillante. El tiempo pone a cada equipo en su sitio y el Athletic, ocho jornadas de liga y tres partidos de Champions después de aquel subidón resultadista, ha descendido nueve puestos en la tabla, del segundo lugar al undécimo, producto de unas estadísticas nefastas, ya que en este tramo mencionado asoma como el peor equipo, junto al Valencia, ya que solo ha sido capaz de sumar cinco de 24 puntos posibles, con la salvedad del Oviedo, próximo rival de los leones en liga y que únicamente ha añadido cuatro unidades en este periodo a su cuenta, aunque con un partido menos, el que juega esta noche en el Carlos Tartiere frente a Osasuna.

El Athletic sucumbió el derbi porque, entre otras razones, asomó una fragilidad defensiva que quizá sorprenda a propios y extraños, sobre todo si se echa mano a la solidez en esa faceta que le premiaba en los cursos precedentes. El dato es contundente. El conjunto rojiblanco ha sufrido cinco derrotas en las once jornadas de liga recorridas cuando en toda la competición doméstica de la campaña anterior solo había hincado la rodilla en seis de los 38 partidos, una diferencia abismal y cuando entonces también sufría el supuesto desgaste de jugar en el viejo continente, en ese caso en la Europa League y en la que expiró su camino en las semifinales de la misma, cuando cayó a manos del Manchester United. En el ejercicio actual, los de Valverde, además, han encajado trece goles, que se elevan a veinte si se suman los duelos de Champions frente al Arenal, Borussia Dortmund y Qarabag, unas cifras que delatan que el plan del técnico asoma vías de agua que necesita cerrar cuando antes, especialmente porque le está causando daños colaterales pese a esas largas charlas y debates que se están repitiendo a puerta cerrada.

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Grieta defensiva

Los entrenadores, y Valverde no es ajeno a ello, suelen pedir puntos para salir de estos atolladeros donde se meten sus equipos. El Athletic ha caído en un agujero futbolístico que le penaliza y en el derbi acentuó esas debilidades, detectadas en la falta de argumentos creíbles para hacer más daño en su juego colectivo y en los desajustes defensivos que señalaron a jugadores como Aymeric Laporte, un central top y del que llamó la atención sus errores gruesos sobre todo en la acción del segundo tanto realista, o en el supuesto de Dani Vivian, que ya no luce ese músculo defensivo del que presumía en fechas anteriores. El hecho de que dos de las grandes referencias zagueras tampoco sacaran su mejor versión resulta preocupante, sobre todo si se analiza que el Athletic solo ha dejado su puerta a cero en dos de los catorce encuentros oficiales que ha disputado hasta la fecha, en el 1-0 ante el Rayo Vallecano y en el 0-0 en el Martínez Valero frente al Elche, al mismo tiempo que en Anoeta encajó tres goles, la mayor cantidad en las once jornadas de liga.