El Athletic continúa con su caída de juego y resultados, unas males sensaciones que acentúan ese pesimismo que cada vez aflora con más intensidad en su entorno y con el reencuentro con la Champinos a la vuelta de la esquina, con la exigente y complicada comparecencia en Saint James’ Park. El conjunto rojiblanco tampoco dio la talla en Anoeta y el cúmulo de sus debilidades le castigaron en un derbi en el que ni le valieron ni el factor de ver puerta en dos ocasiones.
Lo mejor: El estreno goleador de Guruzeta en liga y el olfato de Robert Navarro
El Athletic ha cogido esta temporada malas costumbres, ya que se empeña en que su cotización baje jornada tras jornada, como así ratificó en el derbi de ayer en Anoeta, donde hincó la rodilla fruto de su endeblez colectiva, lo que genera incredulidad en la parroquia rojiblanca. Cuando se pierde, es complicado sacar cosas positivas, sobre todo cuando las derrotas se acumulan. Lo cierto es que Ernesto Valverde tendrá repleto su bloc de notas que saca cada partido, pero dentro de lo malo del derbi emerge el estreno goleador en esta liga de Gorka Guruzeta que ha tenido que esperar once partidos para batir la portería rival, lo que, aunque no sirva de consuelo, le permite quitarse de esa losa que pesa mucho en los delanteros cuando están desafortunados de cara al gol. El donostiarra lo hizo en su ciudad natal pese a que no lució a nivel futbolístico y, de esta manera, suma su cuarta diana del curso tras las tres que acumula en la Champions.
Guruzeta firmó el 1-1 al cazar una dejada de Andoni Gorosabel en una acción de fe del segundo y ya en la reanudación fue Robert Navarro el que hizo el 2-2 provisional después de que la Real Sociedad se adelantara por segunda vez, por lo que el Athletic tuvo el mérito de rehacerse en estos dos casos, lo que habla bien de una pegada de la que paradójicamente no puede presumir en lo que va recorrido de campaña. Los dos goleadores de los leones en el derbi son los únicos futbolistas de la plantilla que han marcado en las dos competiciones, con el dato de que el extremo, con pasado realista, es el pichichi de su equipo en liga, con dos dianas, y el delantero centro lo es en Champions, con tres tantos.
Lo peor: El entramado defensivo muestra grietas que penalizan al Athletic
El Athletic se ha caracterizado en esta tercera etapa de Ernesto Valverde por su solidez defensiva y se vendía como un equipo difícil de batir. Una etiqueta que se ha desactivado este curso, como volvió a quedar en evidencia en el derbi de Anoeta, una realidad de la que debe tomar nota en clave interna. No en vano, el conjunto rojiblanco cometió frente a la Real Sciedad un alto número de errores en su entramado zaguero que le debe inquietar, especialmente cuando uno de los que quedó mas señalado es Aymeric Laporte, un central top, pero que no tuvo su partido, con despistes impropios en él, como el que cometió en la acción del segundo tanto realista, en la que se dejó robar la cartera con una pasmosa facilidad que desconcertó a propios y extraños.
Es el partido en el que la escuadra de Valverde más goles ha encajado en las once jornadas consumadas de liga, tres aguijones que le hicieron mucho daño y que relanzaron a una Real que no es nada del otro mundo y que se acerca a los rojiblancos en la clasificación. Laporte estuvo desconocido, nada que ver con el defensa fiable de sus partidos anteriores, y Dani Vivian tampoco sacó su mejor versión, dos situaciones inesperadas que penalizan a un Athletic que solo ha sumado cinco puntos en las últimas ochos jornadas de liga y que requiere de un plan de choque que funcione para salir del marrón en el que se ha metido por deméritos propios.
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