"Si nos hubieran dicho a comienzos de temporada que a estas alturas íbamos a tener estos puntos… lo habríamos firmado”, dijo José Bordalás, técnico del Getafe, tras la goleada que recibió su equipo el pasado fin de semana en casa del Valencia (3-0). Porque lo cierto es que el club del sur de Madrid es, a tres jornadas para que finalice LaLiga EA Sports, 13º en la tabla; con 39 puntos, cinco por encima de un Leganés que marca el descenso.

Es decir, el Getafe no ha pasado lo que se dice apuros clasificatorios esta temporada; pero un runrún descontento se ha instalado en las gradas del Coliseum en los últimos encuentros. Y es que el Getafe iba muy bien en la liga. En realidad, iba como un tiro. Pero un bache, más bien un socavón, de cinco derrotas consecutivas le ha colocado en una situación comprometida. Los de Bordalás no ganan desde el pasado 6 de abril, cuando le hicieron un roto al Valladolid (0-4), el saco de boxeo de esta temporada. Y eso es mucho tiempo para un equipo que aún no tiene la salvación matemáticamente atada.

De esta forma, lo que hace meses se preveía como un final de campaña tranquila ha terminado en una situación tensísima que ya ha provocado más de un choque entre la plantilla y la masa social del Getafe. Y es que mientras que el nombre de Bordalás –referente e icono para la parroquia azulona– figura en lo más alto en la lista de candidatos a ocupar el banquillo del Sevilla la próxima campaña, jugadores como Diego Rico y Juan Iglesias llegaron a encararse con parte de la afición que les pedía explicaciones tras su mala actuación ante el Valencia. “Jodidos por esta mala dinámica y con ganas de cambiarla. Gracias a la afición que vino a apoyarnos en las buenas y en las malas, pero no voy a permitir insultos hacia ninguno de nosotros igual que no lo permitiría hacia ningún aficionado. Momento de estar juntos y hacer un buen partido el jueves (por mañana)”, zanjó Iglesias en redes sociales. 

Tres expulsiones en cinco partidos

Cabe destacar que no es la primera vez que el Getafe de Bordalás acumula cinco partidos consecutivos sin ganar puesto que, sin ir más lejos, también encadenó la misma nefasta dinámica la anterior temporada. La diferencia es que el curso pasado, el club del Coliseum ya tenía asegurada su presencia en Primera una campaña más. Y, ahora, no. Sin embargo, entre los aficionados azulones no solo preocupan los malos resultados, sino también las sensaciones transmitidas por el equipo. Sobre todo a nivel defensivo.

En la zaga se están sucediendo errores que han costado derrotas y expulsiones. De hecho, en estos cinco últimos encuentros el Getafe ha recibido tres tarjetas rojas: Diego Rico ante Las Palmas (1-3), Christantus Uche ante el Espanyol (1-0) y Djené Dakonam ante el Rayo Vallecano (1-0).

Pero no todo iban a ser malas noticias para Bordalás. El técnico del Getafe recuperará para el duelo ante el Athletic a dos de sus hombres más importantes: el ya mencionado Uche y Mauro Arambarri. El primero regresa tras cumplir los tres partidos de sanción que le cayeron por su expulsión ante el rival periquito y el segundo, máximo goleador del equipo con 9 goles en esta edición de LaLiga, vuelve tras cumplir ciclo de amarillas.

Tercer menor presupuesto de LaLiga

Así las cosas, el Athletic llega al Coliseum dispuesto a pescar en río revuelto, aunque el equipo de Bordalás casi siempre se les ha acabado atragantando a los leones. De hecho, a pesar de la mala dinámica, es de admirar la capacidad del técnico azulón por exprimir al máximo las virtudes de un club que cuenta con el tercer presupuesto más bajo de LaLiga, tan solo por delante de Mallorca y Rayo Vallecano. Así, el Getafe se anotó 57 millones de ingresos en la partida recaudatoria, por los 155 millones que previó un Athletic que se alzó a la cuarta posición de ese ranking, solo por detrás de Real Madrid, Barcelona, Atlético y Betis.