De Marcos agranda su legado
El capitán, ovacionado tras anunciar que colgará las botas al término del curso, supera los 560 partidos como león de Iker Muniain para situarse segundo en el ranking histórico
El Athletic se dio un festín ante el Valladolid en una cita especial para Óscar de Marcos. No fue un partido más para el capitán rojiblanco, que el pasado miércoles anunció su decisión de colgar las botas al término del curso. En su decimosexta temporada como león, el de Biasteri tiene tres meses por delante todavía para seguir haciendo historia como hizo este domingo en San Mamés. Con su titularidad contra el conjunto pucelano, el ‘18’ del Athletic superó no en vano los 560 partidos oficiales que coleccionó como rojiblanco Iker Muniain para situarse segundo en el ranking histórico.
Relacionadas
Solo José Ángel Iribar, con 614 partidos a sus espaldas, supera el registro establecido por otra leyenda como De Marcos, cuya huella en el club sobrepasa los futbolístico. Querido y respetado tanto dentro del vestuario como a nivel social por una implicación permanente con los valores de una entidad centenaria y única en el mundo, el veterano lateral, otrora preciado multiusos para sus entrenadores, escribió otra página para la historia en un plácido envite contra el Valladolid en el que volvió a rendir a gran nivel.
Decidido a poner el punto final a una magnífica trayectoria profesional mostrando un óptimo rendimiento sobre el verde y siendo importante para el equipo, el capitán volvió a hacer suyo el carril diestro con una notable solvencia en el plano defensivo y ofensivo. Se hizo dueño y señor de su parcela De Marcos, que probó fortuna en los primeros compases del choque con un disparo lejano y a punto estuvo de firmar una asistencia de gol con un gran centro que Mikel Jauregizar no pudo materializar con la testa. En el minuto 75, con 6-1 en el marcador, Valverde brindó al de Biasteri la oportunidad de recibir una calurosa ovación por parte de una afición que no dejó pasar la oportunidad de mostrar su devoción por el capitán.
El doblete reivindicativo de Nico Williams
Pancarta en San Mamés
Sustituido por Iñigo Lekue, De Marcos abandonó el césped con la parroquia rojiblanca puesta en pie mientras una pancarta rezaba en la grada: “Árbitro, no pites el final que Óscar se nos va”. Una vez finalizado el choque y después de saludar afectuosamente a su excompañero Gaizka Toquero, comentarista del partido en Dazn, el lateral confesó que la ovación recibida “ha sido muy bonita. Hemos vivido noches y días increíbles y después de dieciséis años se va acabando mi etapa”.
La animación, el único lunar en una tarde idílica en San Mamés
“Aquí lo importante es el Athletic, pero cada uno tiene su corazoncito y hay momentos como este que no se olvidan”, agregó el capitán, que reconoció también que “antes de empezar el partido estaba un poco nervioso. Parece mentira con los partidos que llevo, pero como todo el mundo conocía ya mi decisión sentía esa emoción de jugar sabiendo que ya es la cuenta atrás. Con el cambio también me he emocionado bastante y creo que no lo he sabido llevar, porque he salido demasiado rápido, pero el impulso me llevaba”.
Respecto a su relación con Valverde en el día a día, De Marcos aseguró que “seguimos con la misma normalidad. Ernesto y yo nos conocemos desde hace diez años, tenemos muy buena relación y eso se nota en todo. Nos entendemos, hablamos de todo y para este tipo de decisiones importantes siempre he hablado con él”. “Le estaré eternamente agradecido por todo”, detalló el rojiblanco, que apuntó respecto al sueño de colgar las botas como campeón de la Europa League que “venimos de conseguir un título el año pasado y los títulos te ilusionan para intentar conseguir más. Es muy difícil y hay que ir con pies de plomo, pero por soñar que no quede”.