La siempre agradable visita a las Islas Canarias, que desde hace una pila de años se ha ceñido exclusivamente a Gran Canaria, toda vez que el Tenerife lleva atrapado en la Segunda División un porrón de años, no fue en esta ocasión tan colorida como en otras ocasiones. Como siempre, el Athletic estuvo arropado por su afición, que a su llegada al aeropuerto insular el sábado y poco después a su hotel de concentración les recibió como héroes, pero la presencia de hinchas en el interior del Estadio de Gran Canaria fue netamente inferior que el de la pasada campaña.
En la mañana de ayer, el abarrotado paseo de la playa de Las Canteras no lucía el colorido propio de otras visitas del conjunto bilbaino a la isla, aunque los saludos entre los aficionados del Athletic que se cruzaban aprovechando la agradable temperatura junto al mar fueron bastante habituales. Algunos con acento canario, pues son muchos los seguidores del club que residen en las islas; otros con ese acento vasco que tanto nos caracteriza.
Eso sí, pese a llegar de distintos lugares, todos ellos coincidieron en una misma queja, y es que LaLiga, que presume de ser la mejor competición del mundo, dio a conocer el horario del encuentro solo dos semanas antes de la disputa del mismo. Una circunstancia que complicó sobremanera la organización de muchos que estaban deseosos por acompañar al Athletic lejos de San Mamés. Especialmente, porque el escaso margen se tradujo en precios casi prohibitivos en los billetes de avión, lo que terminó echando para atrás a muchos. Los más previsores, eso sí, tuvieron que pedir días en el trabajo para poder hacer malabares y cuadrar la estancia en la isla, alargada en muchos casos de jueves a martes.
Al final, el Athletic se hizo con la victoria para disfrute de los más de 400 hinchas que les arroparon en la isla.