A la Segunda División aún le resta una jornada para acabar su larguísima campaña, a la que hay que añadir la disputa de las semifinales y la gran final por el ascenso a la máxima categoría. Una división, la de plata, en la que han jugado los cinco futbolistas cedidos por el Athletic el pasado verano y que viven ahora, casi doce meses después de salir de la disciplina rojiblanca, realidades bien distintas. Con todo, la única certeza es que Jon Morcillo no continuará la próxima campaña en el Athletic, toda vez que el club le hizo saber la pasada semana que no ejecutará la cláusula de ampliación de su contrato. De los otros cuatro: Javier Martón, Nico Serrano, Unai Vencedor y Juan Artola no hay noticias. No ha transcendido nada de puertas hacia afuera, si bien de su participación en los equipos en los que han jugado a préstamo podrían deducirse varias cosas.
La salida de Martón al Mirandés, un futbolista al que esperaban como agua de mayo en el Amorebieta, puede calificarse como positiva. En el club están contentos con el rendimiento ofrecido por el atacante, al que una grave lesión –se fracturó el peroné de su pierna izquierda– le mantuvo parado desde mediados de enero hasta su reaparición el pasado día 11. Unos cuatro meses de baja para un delantero que antes de su obligado parón venía siendo titular indiscutible en las filas del Mirandés. Aunque no se estrenó como goleador hasta la jornada 14, su buen rendimiento le hizo figurar casi siempre en las alineaciones. Antes de lesionarse había anotado tres goles y con el logrado el pasado fin de semana frente al Albacete suma cuatro.
En condiciones normales, hará la pretemporada con el primer equipo, tal y como sucedió el verano pasado, en la que se dejó notar marcando tres tantos, y en función de su rendimiento y de alguna posible salida, como la de Asier Villalibre, podría hacerse con un hueco en la plantilla. Tiene mercado en Segunda División.
Una categoría a la que llegó Nico Serrano en el mercado invernal. La apuesta de los responsables deportivos por romper con las cesiones tradicionales llevaron al atacante al PEC Zwolle, en la Eredivisie. Lo que en un primer momento parecía un club perfecto para el crecimiento del navarro, que venía de una campaña difícil en el Mirandés, con varias lesiones, terminó siendo una especie de pesadilla que acabó con el Athletic rompiendo la cesión y buscándole acomodo en el Racing de Ferrol, al que llegó el pasado mes de enero.
Tal y como ha podido saber este periódico, las promesas realizadas por los responsables del PEC Zwolle quedaron en nada. En el club neerlandés insistían en que Serrano tendría minutos, de hecho se mostraban abiertos a entablar una relación con el Athletic para repetir cesiones en el futuro. La realidad, sin embargo, fue otra bien distinta y el navarro acabó su etapa en la Eredivisie con once partidos jugados –menos de 200 minutos– y una única titularidad, en Copa.
En Ferrol su situación cambió por completo, siempre con un rol relevante en el equipo, aunque ha acabado el curso lesionado muscularmente y en su segundo partido sufrió una luxación en el hombro. Pese a ello, ha marcado cuatro goles y repartido dos asistencias en los mil minutos escasos que ha disputado. Este verano se entiende que hará la pretemporada con el primer equipo para ver si logra un dorsal. Como Javier Martón, tiene contrato hasta 2026.
Vencedor, a medias
El caso de Unai Vencedor parece más preocupante que el de sus otros dos compañeros en el Athletic. Especialmente por la involución que ha sufrido en los dos últimos años. Llegó a Eibar en verano como petición expresa de Joseba Etxeberria, quien le dirigió tiempo atrás en el Bilbao Athletic, pero nunca ha terminado de ser un fijo para el técnico. Para colmo, en el mercado invernal el conjunto armero fichó a Peru Nolaskoain, quien rescindió su contrato con el conjunto rojiblanco, lo que ha ido aún más en perjuicio del centrocampista bilbaino.
A la espera de lo que suceda este próximo fin de semana, hasta el momento ha participado en 39 partidos –dos en Copa–, pero con solo 1.300 minutos de juego en liga, lo que supone poco más de un tercio del total. Tiene contrato hasta 2027 y el pasado verano Ernesto Valverde ya dejó claro que no entra en sus planes. Tras una campaña discreta, se entiende que su futuro más próximo pasa por encadenar una nueva cesión.
El caso de Juan Artola es distinto al de los tres casos citados anteriormente. Valverde ni siquiera le citó el pasado verano para iniciar la pretemporada con el primer equipo y se ejercitó un puñado de días con el filial antes de salir a préstamo al Alcorcón, enlazando así dos cesiones, pues el curso 2022-23 lo jugó en el Burgos.
En condiciones normales y, atendiendo a algunas decisiones adoptadas por el club en los últimos años, lo más probable es que rescinda el año de contrato que le resta con el Athletic –finaliza el 30 de junio de 2025– y que inicie una nueva andadura deportiva lejos de Bilbao. Es posible que en el acuerdo el club se guarde alguna opción preferencial sobre su futuro. Claro que no hay nada escrito al respecto.
Una salida confirmada
En el caso de Morcillo, de poco le ha servido su buen final de campaña, en el que se ha convertido en uno de los referentes ofensivos de un Amorebieta que se jugará este domingo en Anduva y frente al Mirandés su continuidad en Segunda. La salida de Morcillo rumbo al equipo de su pueblo se cerró en la última semana del mercado de fichajes y, como el propio futbolista reconoció en una reciente entrevista concedida a este periódico, su inicio de campaña fue discreto. Ahora, en el tramo final del curso, ha conseguido darle la vuelta a la situación y ser un referente en el equipo. Ha participado en 38 de los 40 partidos de su equipo, con 24 titularidades, y acabará el curso con más de 2.000 minutos disputados, en los que ha anotado cuatro goles y repartido dos asistencias.
Lo único seguro es que su futuro, al menos a corto plazo, no pasa por el Athletic, que le trasladó días atrás que no le renovaría. Así las cosas, habrá que ver qué le depara el fútbol. ¿Seguir en el Amorebieta si mantiene la categoría? ¿Iniciar una nueva etapa lejos de Bizkaia?
