Como no podía ser de otro modo, en el comienzo liguero del Athletic abundan los aspectos positivos, tanto en el plano colectivo como en el individual. Sin necesidad de rascar demasiado, afloran una serie de aportaciones que ayudan a comprender el porqué de la destacada posición en la clasificación, de los 13 puntos sumados sobre 18 posibles. Un registro que, no se olvide, es calcado al de la campaña anterior y no únicamente en el apartado principal, puesto que el equipo cuenta a estas alturas con la misma cifra de goles a favor (11) y en contra (4). Lo que ha mejorado es que no ha recibido gol en cuatro de las seis jornadas celebradas, mientras que en el curso pasado esta circunstancia solo se produjo en tres encuentros.

Para continuar emulando el precedente, el Athletic debe derrotar este próximo miércoles en San Mamés al Getafe y obtener un empate el sábado en Anoeta. Esto le volvería a colocar con los 17 puntos que se tradujeron en la tercera posición en la octava fecha, el 10 de octubre de 2022, o sea cubierto casi un cuarto de la competición. Ahora su lugar dependerá asimismo de los resultados que obtengan Girona, auténtica sensación del torneo, y los clásicos aspirantes al título, Barcelona y Real Madrid, que de momento le anteceden. Ser tercero o cuarto es indiferente en los meses de septiembre y octubre, salvo porque presupone haber establecido distancias con respecto a la inmensa mayoría de los rivales, algunas significativas.

En el rendimiento de los rojiblancos las flores aparecen bastante repartidas. Es una obviedad que la marcha del equipo descansa en el desempeño del grueso de los alineados hasta la fecha. Del repaso de las alineaciones y de los cambios introducidos, sale fácilmente una formación tipo. Hay ocho hombres que no se han perdido ni una cita, casi todos siendo titulares siempre, tres más que solo se han ausentado un día y otros tres que lo han hecho en dos ocasiones. Así que no entraña dificultad reconocer la fisonomía del Athletic.

Entre los mejor valorados figuran Iñaki Williams, Ruiz de Galarreta, Vivian, Guruzeta o Sancet, pero acaso quien merece un reconocimiento singular sea Unai Simón. Suele ocurrir que cuando los triunfos se apilan, se tiende de forma instintiva a destacar a los jugadores de campo, especialmente a aquellos más implicados en la creación o que mantienen una relación más estrecha con el gol. Sin restar un ápice de importancia al grado de inspiración, acierto o regularidad mostrada por los citados en primer lugar, resalta el papel protagonizado por el portero.

95

Las mejores imágenes del derbi: Alavés-Athletic Borja Guerrero

Tampoco él sería el único responsable de que el Athletic luzca en solitario esa marca de cuatro jornadas sin encajar gol pero, qué duda cabe, se trata de una realidad a la que Simón ha contribuido encadenando actuaciones brillantes. Con la particularidad de que, pese a que el trabajo no se le ha acumulado, cada vez que se ha visto exigido ha hecho gala de una concentración y una eficacia exquisitas.

Probablemente eso sea lo más complicado para quien gasta guantes: responder con seguridad en acciones aisladas que se gestan en compromisos donde no se prodigan las visitas a su área porque la estructura defensiva funciona y el equipo, en líneas generales, posee el control del juego. En dicho contexto, normalmente al portero se le pone a prueba en lances muy comprometidos. Exactamente, fue lo que pasó en El Sadar, en San Mamés contra el Cádiz o en Mendizorrotza, citas en las que o fue el mejor o cerca anduvo. No se vio tan comprometido en Son Moix, que completaría el cupo de partidos que acabaron sin que un balón se alojase en su red.

En la derrota con el Madrid, su comportamiento fue de lo poco rescatable y en absoluto desentonó contra el Betis. En un ránking de méritos, Simón se erige en el líder del grupo. Ningún compañero ha sido capaz de obtener nota alta en cada partido, como es su caso. Que haya tenido que realizar dos o tres paradas complicadas solamente no rebaja un ápice la valoración, más bien al contrario. Sin semejante fiabilidad es más que probable que a estas alturas estuviésemos hablando de un balance global del equipo menos lucido.

¿Rotación con Agirrezabala?

Dicho lo cual, está por ver si Ernesto Valverde decide probar la alternancia en la portería coincidiendo con el tramo más denso en el calendario que ha de afrontar el Athletic estos días. Recientemente, el técnico no descartó una práctica que ya empleó la campaña anterior. Vino a decir que la portería está sujeta a variaciones al igual que el resto de las demarcaciones. Como declaración de principios, poco hay que objetar, pero en vista de las prestaciones que ha exhibido Unai Simón en estas seis jornadas, como mínimo, causaría extrañeza que de repente fuese relevado con la disculpa de que hay tres encuentros en una semana.