El Athletic aguarda acontecimientos con la posible sanción de la UEFA a Osasuna para conocer si finalmente disputará la próxima edición de la Conference League o, si por el contrario, se queda de nuevo, por sexta campaña consecutiva, con la miel en los labios. Mientras espera a la decisión del máximo organismo del fútbol europeo, la primera plantilla rojiblanca está de vacaciones y no regresará al trabajo hasta el próximo 6 de julio, cuando Ernesto Valverde les ha citado en Lezama para iniciar la pretemporada. Acabado el curso, es momento de hacer balance. El deportivo, tanto en lo relativo a los dos primeros equipos como a todo lo acontecido en Lezama, con mención especial al Bilbao Athletic, ya lo han realizado en distintas comparecencias los máximos mandatarios de la entidad. Cuestiones deportivas al margen, que han dejado cierto regusto amargo, la clave más positiva de la campaña está relacionada con la asistencia a San Mamés en liga, que se ha incrementado en un 7% con respecto al curso 2018-19, el anterior que se disputó de manera íntegra sin restricciones del coronavirus.

Pueden ser varios los motivos que se encuentren detrás de este aumento, significativo a todas luces. Para empezar, la ampliación de la grada popular de animación, que bajo el nombre de Iñigo Cabacas Herri Harmaila ocupa en la actualidad todo el fondo norte bajo. Aitor Elizegi y su Junta Directiva lograron, a la segunda, sacar adelante el que era el proyecto estrella de su mandato y que ha reunido en un mismo graderío a 4.000 aficionados rojiblancos, lo que ha ido en favor de una mayor animación. Además, si bien la cesión de carnés era una herramienta que ya existía desde tiempo atrás, impulsar y facilitar dicha cuestión ha sido uno de los aspectos en los que más énfasis han puesto los nuevos gestores del club, con Jon Uriarte a la cabeza. Algunos vídeos en las redes sociales con futbolistas del primer equipo como protagonistas, o hasta la petición por escrito del director general del club, Jon Berasategi, han sido algunas de las campañas realizadas por la entidad para impulsar una mayor afluencia en La Catedral.

Un trabajo que se ha traducido en que la asistencia media a San Mamés en los encuentros de liga se haya elevado hasta los 43.492 espectadores, una subida del 7% con respecto al curso 2018-19. Aquella temporada, en la que resultaba imposible prever las consecuencias de la pandemia del coronavirus, el feudo rojiblanco acogió a una media de 40.655 espectadores por encuentro. Así, la diferencia entre la campaña recién finalizada y aquella es de 2.837 espectadores más por partido.

Los registros de la temporada que tocó a su fin el pasado día 6 son los mejores en los diez años de vida del campo, si bien varios de ellos han estado condicionados por diversas cuestiones extradeportivas. En primer lugar, la campaña 2013-14, la de su estreno, se disputó con el fondo sur aún sin construir, mientras que las temporadas 2019-20, 2020-21 y 2021-22, si no de manera total sí de forma parcial, se jugaron o a puerta cerrada, con la única presencia de un puñado de periodistas, o con restricciones de aforo.

Además, esta última campaña se ha registrado la mejor entrada al campo en un encuentro de fútbol, si bien queda apartado del cómputo por tratarse de una cita de Copa. En el partido de vuelta de las semifinales que enfrentó al Athletic con Osasuna se dieron cita 51.544 aficionados. Nunca antes en un choque de fútbol San Mamés había reunido a tanto público, siendo la mejor asistencia a La Catedral la que tuvo lugar el 12 de mayo de 2018, durante la disputa de la final de la Champions Cup de rugby que enfrentó al Leinster irlandés con el Racing 92 francés. Entonces, las gradas de San Mamés acogieron a 52.282 animosos espectadores en una cita que encumbró al equipo de Irlanda.

La mejor y la peor

De vuelta a lo acontecido en liga en el curso recién finalizado, cabe destacar que hubo tres encuentros en los que en el feudo rojiblanco se reunieron más de 49.000 espectadores. La mejor entrada en el campeonato de la regularidad se registró en el choque frente al Barcelona (49.741), a la que le siguieron los enfrentamientos con el Real Madrid (49.316) y la Real Sociedad (49.287). En el lado opuesto se sitúa el partido contra el Elche, el último de la campaña que se jugó en San Mamés y que correspondió a la penúltima jornada de liga. El enfado de la afición por los resultados previos hizo que solo 37.807 seguidores se dieran cita en las gradas de La Catedral.

Los datos

Temporada 2022-23. En la primera campaña de vuelta a la normalidad tras la pandemia del coronavirus, San Mamés ha recibido a una media de 43.492 espectadores en liga.

Temporada 2018-19. En el último curso previo a la pandemia del coronavirus las gradas de ‘La Catedral’ registraron una afluencia media de 40.655 aficionados en liga.

Mayor asistencia global. La mejor entrada en San Mamés tuvo lugar el 12 de mayo de 2018, durante la celebración de la Champions Cup de rugby, que reunió a 52.282 personas.

Mayor asistencia en Copa. El partido de vueltas de las semifinales del torneo del K.O. del curso recién finalizado reunió a 51.544 aficionados en las gradas.

Mayor asistencia en liga. El encuentro del campeonato de la regularidad entre el Athletic y el Barcelona registró una entrada de 49.741 espectadores.