El Trofeo Árbol de Gernika, instituido a modo de preámbulo de la conmemoración del 125 aniversario del Athletic en 2023, se abre el domingo con un partido en San Mamés y culminará en julio con la devolución de visita al campo del CD Guadalajara, equipo mexicano popularmente conocido como Las Chivas. La directiva de Jon Uriarte anunció el evento el 7 de octubre y transcurridos dos meses, cuando apenas restan un par de días para el día fijado, resulta que un elevado porcentaje de las entradas no se han vendido. En concreto, todavía ayer al mediodía había 28.162 localidades en manos del Athletic, cifra que anticipa un ambiente desangelado, en absoluto acorde a la trascendencia que Ibaigane ha querido otorgar a su iniciativa.

Pese a los sucesivos recordatorios emitidos desde el club, las entradas retiradas rondan las 14.000, si bien e momento no se sabe con exactitud el número de las que han sido vendidas y cuántas se han regalado a través de la Fundación o por alguna otra vía. Tampoco hay datos de la venta en zona VIP, donde la butaca sale a 30 euros sin derecho a catering. A la espera de comprobar si a partir del lunes se da cuenta de los ingresos obtenidos, es obvio que la directiva confiaba en que el encuentro con la entidad mexicana se saldaría con un éxito económico. Solo así se entiende que desde su génesis la idea contemplase cobrar al socio por acceder a La Catedral. Postura que ya fue objeto de severas críticas.

Cierto que el Athletic cobró por asistir al Athletic-Brasil, uno de los actos cumbre del 100 aniversario, pero Brasil es Brasil, no suele jugar contra un club, entonces era la vigente campeona del mundo y estaba en plena preparación del Mundial de Francia, argumentos que justificaban el paso por taquilla. Este cartel de ahora no tiene ni punto de comparación. San Mamés ha acogido otros partidos de guante blanco, con el Celtic de Glasgow o con Paraguay, pero en ambos el Athletic cedió la recaudación a los clubes de la provincia.

Esta vez ni siquiera ha habido un soporte publicitario adecuado, de ahí que, por ejemplo, muchos socios se enterasen de la existencia del Trofeo Árbol de Gernika justo al vencer el plazo que inicialmente se estipuló para que sacasen su entrada al precio de 13 euros. Ante las protestas, la directiva amplió el margen, pero da la impresión de que ni así ha logrado atraer al aficionado.

Tradición

Confluyen más factores que explicarían la pobre respuesta del cuerpo social a la propuesta de los actuales dirigentes. Históricamente, el socio ha sido reacio a rascarse el bolsillo hasta para ver en directo partidos oficiales que no figuraban entre los que contempla la cuota anual. Es una tónica en los llamados Día del Club, pero es posible confeccionar un listado de citas pertenecientes a torneos continentales donde el socio no tuvo que pagar por entrar a San Mamés: Olympique de Marsella, Spartak de Moscú, Nápoles, Panathinaikos, etc.

De otra parte, el revestimiento con que se ha presentado el choque, apelando a que las políticas deportivas de CD Guadalajara y Athletic son primas hermanas, acaso haya alimentado la curiosidad del socio rojiblanco, pero no ha servido para persuadirle del atractivo futbolístico del evento. Sucede, en definitiva, que el equipo mexicano es un perfecto desconocido, el eco de su fama no ha cruzado el Atlántico. La retransmisión a cargo de ETB, que no impulsará la asistencia ni beneficiará a la imagen del club bilbaino, al menos compensará parcialmente las consecuencias económicas del mal cálculo de la directiva que encabeza Jon Uriarte.