L nombre de Iñaki Williams Arthuer (Bilbao, 15-VI-1994) comenzó a sonar con fuerza cuando en su primer año en Lezama, en el curso 2012-13, marcó 30 goles en 31 partidos de liga con el Juvenil A. Logró, además, otros cuatro en los siete encuentros que los cachorros disputaron en Copa, torneo en el que alcanzaron la final, donde cayeron con claridad ante el Real Madrid (0-4) de Marcos Llorente, Raúl de Tomás o Gonzalo Melero, entre otros. Su etapa en el Basconia fue efímera, apenas unos meses, ya que en la temporada 2013-14 alternó su presencia en el conjunto basauritarra con el Bilbao Athletic. Se estrenó en un amistoso con el primer equipo en Laudio y apenas un año más tarde, sin completar si quiera un curso entero en el primer filial rojiblanco, Ernesto Valverde le hizo debutar con el Athleticen un encuentro ante el Córdoba. El domingo se cumplieron seis años de aquella tarde otoñal en la que Williams se convirtió en león.

Seis años dan para mucho. Para recibir halagos, críticas, buscar el récord de partidos consecutivos jugados en liga -va por los 168-, para pasar por rachas goleadoras positivas y negativas y, por qué no, para ver cada vez más cerca su viejo anhelo de jugar alguna vez con su hermano, Nicholas, que cumple su primera campaña en el Bilbao Athletic. Pero también para estampar su firma un "pedazo de contrato", como así catalogó al que selló a mediados de enero de 2018, con Josu Urrutia en la presidencia. Se comprometió entonces hasta el 30 de junio de 2025 con una cláusula de rescisión que aumentaba progresivamente desde los 80 millones de euros hasta los 108. Año y medio después, solo unas semanas más tarde de que acabara la que hasta la fecha es su mejor campaña, la 2018-19, en la que marcó 15 goles (13 en liga y 2 en Copa) en 41 partidos (38 de liga y 3 de Copa), Aitor Elizegi le subió el sueldo, le ofreció tres años más de contrato, hasta 2028, y le aumentó la cláusula liberatoria hasta los 135 kilos.

Salvo una lesión muscular en julio de 2015 y un esguince de grado II en el tobillo izquierdo que le hicieron perderse algunos encuentros, al delantero bilbaino le han respetado las lesiones. Con el paso del tiempo ha aprendido a conocer su cuerpo, a medir los esfuerzos, pecado de juventud en el pasado, pero sigue sin terminar de explotar y de ofrecer unos números que hagan de él el jugador franquicia que por estatus y escala salarial se le presupone.

irregularidad

En estos seis años, Williams nunca ha ocultado su predilección y deseo por actuar en la posición de nueve. Lo ha repetido hasta la saciedad, aunque Gaizka Garitano, su entrenador en la actualidad, no le considera un delantero centro al uso y sí un segundo atacante o un extremo. Pero en ninguno de los dos puestos ha terminado de explotar, demostrando un irregularidad que tampoco le ha ayudado, hasta el punto que recientemente estuvo 16 partidos sin marcar (los últimos once encuentros de la última liga y cinco de la actual) y no anotó un solo gol en San Mamés entre el 4 de diciembre de 2016 y el 13 de enero de 2019, dos años, un mes y nueve días.

Hasta la fecha ha marcado 61 goles en 260 partidos (42 en 207 de liga, 12 en 23 de Copa y 7 en 30 de Europa League), lo que se traduce en que ve puerta cada 4,26 encuentros. Unos números que le sitúan como el trigésimo cuarto futbolista con más goles en la historia del club y a con unos registros casi idénticos a los de Santi Ezquerro (260 partidos y 59 goles). Muy lejos aún, tanto en partidos, goles como promedio anotador, de otros jugadores como por ejemplo: Aritz Aduriz (un gol cada 2,36 partidos), Fernando Llorente (2,82), Kuko Ziganda (3,19), Ismael Urzaiz (3,24), Raúl García (3,52) o Julen Guerrero (3,70).

Sus seis goles del curso pasado en liga, su registro más bajo en una campaña completa tras los cinco que firmó en la 2015-16, le pusieron en el foco de las críticas. Pero tampoco esta campaña, en la que lleva dos tantos en once encuentros, está encontrado su mejor versión. Cierto es que el mal juego del equipo no le beneficia, pero hasta el propio Garitano le ha reclamado más.

En sus cinco campañas completas solo en dos ha superado los 10 goles en todas las competiciones: 13 en la 2015-16 y 15 en la 2019-19. Marcó 10 el curso pasado y en la 2017-18, y 8 en la 2016-17. A sus 26 años, a tiempo está de dar ese salto cualitativo que se espera de él.

En los 260 partidos que ha jugado, Williams ha anotado 61 goles, lo que se traduce en que ve puerta cada 4,26 encuentros