Navidades en la intimidad, en pequeños grupos y probablemente sin libre circulación. A diferencia de lo ocurrido con el calendario de vacunaciones, el Gobierno vasco comparte el plan del Ministerio de Sanidadde que las cenas familiares y sociales de esos días se limiten a un máximo de seis comensales, excepto si se trata de personas que convivan bajo el mismo techo. También parece avalar la idea de ampliar el toque de queda en Nochebuena y Nochevieja hasta la 1 de la madrugada. Unas normas comunes para una Navidad distinta que cada comunidad modulará en función de su situación epidemiológica.

A falta de solo un mes para su celebración, el Ministerio de Sanidad remitió por la mañana el borrador del plan sanitario a la consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui. Dicho borrador recoge diferentes aportaciones que se han realizado desde el Gobierno y desde las comunidades autónomas, y será objeto de discusión en el Consejo Interterritorial que se celebrará esta tarde. El plan de Navidad anticovid propone que las reuniones no superen las seis personas y modifica el toque de queda los días de Nochebuena y Nochevieja, ampliando la movilidad nocturna hasta la 1 de la madrugada.

En cualquier caso, se trata de recomendaciones y no de medidas de obligado cumplimiento. Por eso el Gobierno vasco podría presentar distintas alegaciones referidas fundamentalmente a la limitación de movilidad, aunque no han trascendido cuáles serán las propuestas concretas de Gotzone Sagardui.

Peligro de recaída

Bajo el mantra eternamente repetido de unas navidades diferentes, el Ejecutivo Sánchez se muestra dispuesto a delegar en las comunidades el permitir o no la movilidad entre territorios, con lo que las fronteras de Euskadi podrían continuar cerradas ya que hace más de un mes se decretó el cierre perimetral y no están autorizados los desplazamientos salvo por causa de fuerza mayor.

No obstante y para conjurar el peligro de una recaída, Euskadi no prevé dar vacaciones a las restricciones actuales. El portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, advirtió de que las "medidas básicas que ya están en vigor deberán mantenerse mucho tiempo", incluida la Navidad, aunque no precisó qué restricciones seguirán y cuáles podrían relajarse. En este sentido, aclaró que al hablar de Navidad se refería también a la fiesta de Santo Tomás, Nochebuena, Navidad, Año Nuevo, Nochevieja y Reyes. "Son fechas en las que este año no vamos a poder desenvolvernos como lo hacemos habitualmente", aseveró.

Sin comidas de trabajo

El portavoz explicó que la "mayoría" de medidas de ese borrador ya están vigentes, como las limitaciones de movilidad y horarios, la recomendación de no celebrar encuentros con personas no convivientes y la necesidad de llevar mascarilla y mantener la distancia de seguridad.

Zupiria también realizó un encarecido llamamiento a evitar las "reuniones y fiestas con compañeros de trabajo" que habitualmente se organizan en esta época y que este año "se recomienda no celebrar". "Hay un serie de medidas que van a tener que seguir estando con nosotros hasta que superemos esta situación de contagio", manifestó.

La regulación de las restricciones durante la Navidad es una auténtica patata caliente. De ahí que se haya creado un grupo de trabajo en el Consejo Interterritorial de Salud para tratar de establecer criterios homogéneos. Los expertos consideran que una desescalada apresurada podría hacernos tropezar de nuevo con la misma piedra y provocar una tercera ola del virus de difícil pronóstico.

Por eso, las reglas que se aplicarán para el periodo navideño dependen también de cuál sea el nivel de transmisión del virus. Se calcula que para esas fechas Euskadi habrá podido salir de la zona roja que indica un riesgo de propagación muy alto. Zupiria destacó que "es muy previsible" que en vísperas de Santo Tomás, la CAV presente una tasa de contagios entre 400 o 500 por cada 100.000 habitantes. "También es muy probable que se mantenga en niveles altos de ingresos en hospitales y UCI, lo que nos va a exigir mantener la presión en las medidas que se establezcan".

Uno de los aspectos más espinosos es el cerrojazo actual a la hostelería y la restauración. Por ello, apuntó que la decisión final sobre la apertura de este sector, así como la eliminación de los límites de movilidad, en vigor hasta después del puente de la Inmaculada, se tomará en función de los datos sanitarios y corresponderá al consejo del LABI. "El objetivo es revisar, semana a semana, los datos sanitarios, analizar la evolución, y en función de los resultados, adoptar las decisiones que correspondan", insistió.

Polémica sobre vacunación

Finalmente, el portavoz del Ejecutivo Urkullu reclamó que se aclaren cuanto antes las cuestiones pendientes en torno al proceso de vacunación para que toda la ciudadanía lo asuma "con la mejor información posible". Aunque evitó profundizar en las críticas realizadas por el lehendakari, afirmó que "el presidente del Gobierno español acostumbra a decir que el virus no conoce fronteras y nosotros añadimos que las soluciones tampoco".

A su juicio, se trata de un proceso "muy complejo, que exige un esfuerzo logístico muy importante y que va a exigir la organización, la colaboración y la complicidad de todas las instituciones competentes". Zupiria subrayó que "cada territorio es diferente y cada sistema de salud tiene sus propias características". En este sentido, consideró que en la CAV existe "un sistema de salud organizado y con la flexibilidad suficiente para hacer frente a este reto". "Lo lógico sería que las próximas vacunaciones se produzcan como se ha producido la vacunación contra la gripe", concluyó.