Los cambios introducidos en el congreso del PP vizcaino suponen una dificultad añadida para la candidatura del exportavoz popular en el Ayuntamiento de Bilbao.

¿Qué le llevó a dar este paso?

—Nuestra presencia en la sociedad vizcaina y en las instituciones es cada vez menor, nuestro protagonismo ha descendido y no todo es atribuible a la gestión de la actual dirección. Pero dicha dirección, lejos de revertir esa situación, ha conseguido agudizarla. Llevan cuatro años, así que el covid no es el causante de esa falta de presencia. Intentar revertir esa situación es lo que me ha motivado a mí y a los que me acompañan en la candidatura, que yo llamo coral, a presentarnos.

Su anuncio generó sorpresa, la actual presidenta en Bizkaia, Raquel González, pensaba que tendría libre el camino a la reelección.

—La mayoría de nosotros estábamos fuera de las instituciones y en algún caso apartados de la política ya que se nos había eliminado incluso de los órganos del partido. Hemos aprovechado la posibilidad de presentarnos y de trasladar que hay otras opiniones y que el PP de Bizkaia puede tener otros protagonistas. Probablemente, la actual dirección ha pensado que todo le estaba saliendo maravillosamente cuando la realidad era otra. Siempre hay que tener a alguien dentro de tu organización que te diga la verdad.

¿Ha conseguido aglutinar a todos los exponentes de la corriente crítica con la actual dirección del PP?

—Esto va de qué queremos para el PP de Bizkaia en los próximos cuatro años. No va de intentar enjuiciar la labor, asaltar la directiva regional o cuestionar liderazgos que van más allá del estricto ámbito del territorio. Esto no va de casadistas y sorayistas, no va de alfonsistas y de Carlos Iturgaiz, al que tengo mucho aprecio, de hecho. La estructura básica del partido en Euskadi es y ha sido Bizkaia, independientemente del número de afiliados en Álava. En Bizkaia no hay gente que haya querido ir a Madrid, cosa que sí ha sucedido en Álava y, en menor medida, en Gipuzkoa. Si el PP vizcaino está en trance de desaparición, el PP de Euskadi desaparece. Con un mal resultado en Catalunya y con el PP de Euskadi prácticamente desaparecido, al final el PP deja de ser un partido de implantación nacional.

¿Qué le parece que no se vaya a debatir una ponencia política en el congreso al que concurre?

—Creo que es un error no celebrar un congreso ordinario porque no tienes ponencia política y no vas a poder discutir sobre tu idea programática para los próximos cuatro años. Qué quieres, un partido más provincialista, más regionalista, defiendes el Concierto Económico, el Cupo... Todo eso tiene que ser fruto de la reflexión dentro del partido y no la va a haber. Van a lanzar un comunicado que no se va a discutir, va a ser como los congresos en Cuba pero esto no es Cuba, gracias a Dios.

Entre los temas susceptibles de ser sometidos a debate está la alianza con C's. ¿Qué opina de la misma?

—Por la situación nacional me da la sensación de que es un partido a extinguir. Me parecería un desperdicio y si hay gente en Ciudadanos que funciona bien, ¿por qué no voy a intentar atraerlos al PP?

También se ha sustituido el modelo asambleario de un afiliado, un voto, por el de compromisarios.

—Los congresos en Álava y Gipuzkoa van a ser asamblearios, todos los afiliados van a poder votar. ¿Por qué nosotros con compromisarios? ¿Quién tiene miedo a qué?

Han criticado que la lista de integración en Bizkaia por la que abogaba el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, no era tal.

—La lista de integración que Carlos me propuso es Raquel como presidenta y yo o alguien de consenso como secretario general. E integrar en el comité ejecutivo provincial a gente de las dos sensibilidades. Mi contrapropuesta ha sido renunciar a ocupar cualquier cargo institucional y dedicarnos solo al partido.

Su salida de las listas al Ayuntamiento de Bilbao fue tumultuosa. ¿Se puede reactivar el expediente de expulsión que le abrieron?

—Me abrieron el expediente, lo informaron, no había causa y se archivó. Ahora me consta que cuando se presentó mi candidatura desde aquí llamaron para intentar reactivarlo y el comité de derechos y garantías les volvió a decir que esto se archivó en su día porque no había causa. Además de eso, está prescrito. De hecho, Madrid lo conoce y no le da ninguna importancia.

El PP en el Parlamento Vasco opta por no dar ni agua al Gobierno de Urkullu. ¿Es usted más favorable a converger con el PNV?

—Soy partidario de los acuerdos cuando hay que tomarlos pero mi ámbito de decisión va a ser forzosamente el provincial, no el regional. Por ejemplo, cuando ha habido cosas buenas para Bilbao he pactado con el PNV, y no solo yo, también el PSOE y hasta Bildu.

¿Qué le parece la política de alianzas del PP con Vox en el Estado?

—Hasta la fecha hemos sido capaces de hacer que el electorado no se radicalizara, de centrarlo. Ahora creo que es más el PP el que modula a Vox que Vox al PP.

En el juicio sobre la caja B del PP se ha vuelto a apuntar esta semana que no solo la sede de Génova, sino también la de Euskadi se sufragaron con dinero opaco.

—De Bárcenas me creo lo que me creo, lo que sé es que se pagaba puntualmente la hipoteca de la sede de aquí. Ahora está sobredimensionada porque se compró para tener una estructura regional y provincial unida. En estos momentos sobraría y probablemente hay que ir a otro sitio de más fácil acceso.

"Con un mal resultado en Catalunya y en Euskadi, el PP deja de ser un partido de implantación nacional"

"Me consta que al presentar mi candidatura, desde aquí llamaron para reactivar un expediente de expulsión"