AJENA al veredicto de Risto Mejide, el tío que más zascas pega en televisión, “yo fui allí a conquistar al público”, dice, Miren de Miguel se metió el otro día en el bolsillo a todos los espectadores y a todo el jurado de Got Talent y se llevó un sí unánime. Era el reconocimiento a unas capacidades y habilidades vocales extraordinarias y a un espectáculo que brilla con luz propia. En Bizkaia, no tiene que demostrar nada pero se presentó consciente de que el programa es un gran escaparate. “Lo que acabas de hacer proyecta la ópera al siglo XXI”, sentenció Mejide en el talent de Telecinco y pareció catapultar a la soprano. “Es increíble que en tan poco tiempo captara tan bien la esencia del espectáculo. Me hizo la radiografía perfecta en unas décimas de segundos”, señala De Miguel, soprano en cuerpo y alma y cabaretera de nacimiento, como ella misma se define.

Porque la artista bilbaina lo dio todo en dos minutos. “Solo tienes ese tiempo para enseñar lo que vales. Llegas, te presentas, cantas y te vas. Pero cada cosa que se vio allí está pensada al milímetro, con la danza, el vestuario, el vídeo mapping y todo”, afirma esta cantante acostumbrada a poner su voz al servicio de un espectáculo con mayúsculas. Por ello siempre cita a su equipo, Denis Martínez, bailarín cubano afincado en la capital vizcaina, y Mauri Martín Marín, videocreador. Junto a su imponente show -”adaptado a mi vida y mis necesidades artísticas”- y a su voz prodigiosa, De Miguel se descolgó con un alarde de bilbainismo, con irrintzi incluido. “Vengo de la mejor ciudad del mundo, Bilbao”, expuso sin tapujos. “Yo es que soy muy bilbaina. Además este año soy Zarambolas y todavía mi reinado no ha terminado”, se felicita.

Los vascos saben bien del talento de esta artista que lleva cantando desde que tiene uso de razón. “Aquí, en Euskadi, llego a lo que puedo llegar pero lo que quiero es visibilizar mi espectáculo, donde también hablo, recito y que se complementa con un bailarín y proyecciones, y quiero que nos contraten. Telecinco es un medio de difusión y un modo de abrirme al mercado estatal y espero que mundial”, señala De Miguel que se presentó también a las audiciones por hacer feliz a su hija Gabriela, de 11 años, “que no paraba de insistir”. Y eso que Valentina de 14 años, a la que no nombró, es otro apoyo vital de esta profesional imparable.

Miren de Miguel es consciente de que las féminas de cierta edad parecen tener también un techo de cristal en la música. “Las mujeres a los 50 también podemos mostrar cosas alternativas”, subraya. Y aquí saca su vena más reivindicativa para exigir la presencia de mujeres de cierta edad y no solo de jovencitas. “Tú me dirás cuántas mujeres de edad que hagan cosas novedosas están en los premios Grammy. A menos que tengas veintitantos o treinta es casi imposible que te lance una discográfica. ¿Tú has visto alguna que sea mayor y de repente la saquen? Y ¡ojo!, no porque no tenga calidad”, dice enfática, reconociendo que su objetivo sería lograr un Grammy. “Ahora lo que se lleva son los productos de usar y tirar. Pero si hay que cantar, hay que cantar y si hay que tener talento, hay que tenerlo. Esa es mi lucha”, proclama.

Ella, que siente profundamente lo que hace, asegura que la repercusión de su paso por Got Talen, le da “mucha fuerza para seguir luchando. Nos confirma que tenemos razón en esto que queremos hacer porque la gente lo recibe muy bien. Y ves que también a los jóvenes y a los niños les puede gustar un tema cantado con una voz operística”.