La situación es tan frecuente como desagradable: al utilizar los servicios de un establecimiento, el usuario descubre que el retrete se encuentra en un estado lamentable, pero este problema puede estar llegando a su fin con el "inodoro 2.0" desarrollado en Nafarroa, que se convierte además en un aliado contra la pandemia.

Y es que este inodoro, que supone el paso de un artículo de fontanería a un electrodoméstico, se limpia, seca y desinfecta automáticamente con ozono tras cada uso, utilizando solo dos litros de agua a presión.

El inodoro ha sido creado por un equipo de doce personas lideradas por Santiago Iturralde, fundador de la empresa Kekatron Desarrollo S.L., y su hijo Daniel Iturralde, director técnico de la entidad, junto al socio tecnológico Javier Vidorreta, quien es además presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) en Nafarroa.

DÍA DEL INODORO

Este jueves 19 de noviembre se celebra el Día Mundial del Inodoro. Puede parecer una conmemoración anecdótica, pero no lo es tanto si se tiene en cuenta que el 76,2 % de los españoles ha dejado de ir a algún bar, restaurante o centro de ocio debido a la suciedad y falta de higiene de sus baños.

Según una encuesta de Initial, empresa proveedora de servicios de higiene para organismos públicos y negocios privados, los aspectos que más desagradan a siete de cada diez personas son que los baños estén sucios, que no haya papel o jabón o que la cisterna o el secador de manos no funcionen.

La suciedad es precisamente el motivo por el que Santiago Iturralde, ingeniero de formación y encuadernador de profesión, se embarcó en esta aventura profesional: "Todo empezó hace unos seis años, después de entrar a uno de los baños autolimpiables que hay por Iruñea. Vi que la taza no estaba limpia y pensé en una forma de que quedara aquello impoluto". "La única forma que vi fue meter la taza dentro de un cubil para hacer una limpieza total y un secado", ha comentado a Efe.

SIMILAR A UNA LAVADORA

Tras realizar un primer prototipo viable, padre e hijo han ido perfeccionando el diseño hasta llegar a desarrollar un producto, el Wzen, que plegado es similar a un electrodoméstico, como una lavadora o un lavavajillas, pero de menor tamaño.

Al pulsar un botón, se abre automáticamente una puerta giratoria y se despliega el inodoro. Una vez utilizado, el retrete vuelve a plegarse y, durante 40 segundos, se limpia, seca y desinfecta mediante el ozono, un gas que elimina el 99,9 % de virus, bacterias, hongos y cualquier elemento nocivo para la salud. Además, neutraliza el mal olor.

El nuevo inodoro gasta únicamente en cada ciclo dos litros de agua, lo que supone unos 12 litros al día de consumo medio en un hogar, una cifra muy inferior a los 42 litros que se emplean usando el inodoro tradicional, según datos del proyecto Swich de la Unión Europea.

Utilizar el inodoro ajeno es un problema para muchas personas, ha destacado Daniel Iturralde, grado superior de Diseño de Productos Mecánicos. "Esa intranquilidad que a veces tienes, ese miedo fuera de casa de encontrarte algo muy desagradable, ya lo erradicamos. Creemos que era algo muy necesario", ha declarado.

Daniel, que junto a su padre y su socio tecnológico busca ya inversores para pasar a la fase de industrialización, había trabajado como ingeniero en varias empresas, hasta que vio el potencial del nuevo inodoro. "No hay nada parecido" a este producto, ha señalado.

Este inodoro, ha explicado Santiago, está orientado en principio al sector público, lugares como empresas, oficinas, despachos o establecimientos de hostelería. Son "lugares públicos donde hay mucha afluencia de gente, donde se limpia al punto de la mañana o a la tarde el inodoro, pero en ese espacio de tiempo que no se limpia igual pasan cincuenta personas por el baño", ha indicado su hijo Daniel.

BENEFICIOS CONTRA EL CORONAVIRUS

Los promotores de este nuevo producto, ha apuntado Daniel, han recibido ya numerosas llamadas de instituciones y empresas interesándose por el inodoro y sus beneficios contra el covid-19, ya que "se desinfecta completamente cada vez que se usa".

"El inodoro convencional es muy peligroso y por eso se recomienda que, cada vez que se tire de la cadena, se baje la tapa, porque se produce lo que se llama la 'tos del inodoro', que expulsa partículas microscópicas que pueden provocar la transmisión del coronavirus o cualquier tipo de enfermedad", ha subrayado.

El coste del inodoro se sitúa ahora entre los 3.500 y los 5.000 euros, pero sus promotores esperan abaratar su precio rápidamente para entrar también en el mercado doméstico.