A cocina de Casa de Marinos presume de tradición en los platos principales, si bien pone un punto de modernidad en los entrantes, como dan muestra los filipinos de foie, la falsa fresa rellena de txangurro, las piruletas de pulpo y puré de patata ahumado o el tenderete de langostinos en pan de gambas, salsa agridulce de chile y piña. De esta forma, y cuidando mucho el emplatado, buscan satisfacer a todos los comensales, tanto de gustos clásicos como modernos.

De los puertos vascos les llegan pescados salvajes, fresquísimos, desde el rodaballo al rape, la lubina... según temporada. También suelen tentar con una buena chuleta de atún. Y entre las carnes, nada como sus raviolis de rabo estofado, el cochinillo a baja temperatura y su burger de chuleta de buey. Allí son famosas entre los entrantes las croquetas de talo y elaboran también ceviches.

Todo regado con vinos de su surtida bodega, con referencias de distintas D. O. y también opciones fuera de carta. Sin olvidar el txakoli vizcaino y guipuzcoano.

Para poner punto final al ágape sorprenden con postres caseros como la torrija de brioche y el hongo silvestre (tiramisú en forma de hongo) o el cono de tarta de queso en cucurucho de frambuesa. Son siempre aciertos dulces.

Su comedor exterior, con terraza cubierta al borde de las aguas de la ría de Plentzia, es una delicia en verano. Dentro, una antigua casa de pescadores acoge un pequeño comedor, para 6 personas máximo, dadas las actuales limitaciones de aforo. En cualquier caso, lo mejor es reservar.

Además de restaurante, Casa de Marinos ofrece servicio de hotel en un edificio histórico renovado con sabor marinero y buenas vistas. No en vano, su actual equipo de profesionales lleva ya quince años al frente del mismo.

Casa de Marinos

Erribera, 13. Plentzia. Bizkaia. Tfno.: 946 77 44 78