Cinco acusados en el juicio por los atentados de Bruselas de 2016 abandonaron hoy la sala de audiencias en señal de protesta por las condiciones de traslado que, según explicaron, sufren a manos de la policía belga cuando van de la prisión a la sede del tribunal que los procesa.

Al inicio de la sesión, el acusado Ali El Haddad Asufi denunció la presencia de cámaras de vídeovigilancia en los lavabos, criticó que tenga que desnudarse "ante tres personas" y que, según dijo, la policía los traslade hasta el tribunal con los ojos vendados.

"Todo está hecho para quebrarnos psicológicamente. Si estamos gastando todo el dinero que vale hacer este juicio, al menos deberíamos hacerlo adecuadamente", argumentó Asufi, que pidió amparo a la presidenta del tribunal, la jueza Laurence Massart.

Ella, por su parte, le explicó que no tiene competencias para lo que ocurra "fuera de los muros" de la sala del juicio, mientras que la Fiscalía admitió que la presunta existencia de cámaras en los lavabos es "chocante", aunque luego matizó que los aparatos no enfocan directamente a los sanitarios.

Aun así, tras discutir sobre esta cuestión, cinco acusados (el propio Ali El Haddad Asufi, junto con Salah Abdeslam, Mohamed Abrini, Osama Krayem y Sofien Ayari) decidieron finalmente abandonar la sala de audiencias, escoltados por la policía, en señal de protesta.

De este modo, la cabina de metacrilato donde se sientan la mayoría de los acusados quedó prácticamente vacía: solo se quedaron otros dos imputados Bilal El Makhoukhi, que tomó apuntes durante algunas partes de la vista, y Hervé Bayingana Muhirwa.

Un total de diez acusados

En total, hay diez acusados en la causa. Aparte de los cinco que abandonaron la sala y los dos que se quedaron, también están imputados los hermanos Simail e Ibrahim Farisi (los únicos que están en libertad) y Osama Atar, que sigue acusado por la falta de pruebas formales que constaten su supuesta muerte en Siria en 2017.

Con todo, durante el grueso de la sesión de hoy, los fiscales federales Paule Somers y Bernard Michel siguieron avanzando en la lectura de sus escritos de acusación contra los imputados, que se centraron en los perfiles de Salah Abdeslam (el único fugitivo de los atentados de París de 2015), Mohamed Abrini y Osama Atar.

El Ministerio Público consideró a Atar, el acusado supuestamente muerto en Siria, como presunto líder de la célula autora de los atentados de Bruselas y explicó que la idea inicial del grupo era atentar en Francia en verano de 2016, durante la Eurocopa de fútbol que organizaba el país galo.

Sin embargo, la detención el 18 de marzo de 2016 en Bruselas de Salah Abdeslam (en búsqueda por los atentados de París de 2015), precipitó, cuatro días después de su arresto, los ataques en la capital belga del 22 de marzo, según indicó la Fiscalía.

Los atentados de Bruselas, reivindicados por la organización terrorista Estado Islámico, causaron la muerte de 32 personas, primero con dos explosiones en el aeropuerto de Zaventem, a las afueras de la ciudad, y luego otra explosión en la estación de metro de Maelbeek, a 200 metros de la sede de la Comisión Europea.

En el aeródromo fallecieron 16 personas, mientras que el ataque contra el metro dejó otros 16 muertos, en unos atentados que, en suma, también provocaron alrededor de 300 heridos.

Durante la exposición de sus escritos de acusación, la Fiscalía explicó que varios miembros de la célula ya habían preparado su testamento antes de los ataques.

Los escritos de acusación constan de unas 500 páginas que describen los hechos de los atentados de 2016 en Bruselas, las posteriores labores de investigación, el proceso de identificación y detención de los acusados y sus audiencias previas al juicio.

El tribunal prevé que la lectura de este documento se alargue hasta mañana jueves, y que el 19 de diciembre empiece la fase de interrogatorios a los acusados.