El pasado martes los bomberos de Cantabria tuvieron que desplazarse rápidamente tras el aviso de un coche encallado en la playa de Oyambre que estaba empezando a cubrirse por las olas. Al llegar, descubrieron que no había nadie dentro y es que, los propietarios, estaban en el chiringuito de la playa. Al parecer, el coche se había encallado después de que la pareja, natural de Palencia, estuviera haciendo trompos en el arenal cántabro.
Ante esto, el Gobierno de Cantabria ya ha pedido a la Guardia Civil las diligencias instruidas por el suceso, ya que consideran que este tipo de actuaciones "no pueden quedar impunes".
"No puede parecer que no pasa nada porque alguien meta un vehículo en la playa", ha indicado este jueves la consejera de Presidencia y Justicia, Isabel Urrutia, quien tiene "clarísimo" que ha de sancionarse un actuación en la que "falta un poco de sentido común". La Guardia Civil, por su parte, valoró tras su intervención por este suceso posibles infracciones a las leyes de Costas, de Conservación de la Naturaleza y de Seguridad Vial.
Las infracciones y sanciones serían contra la pareja de Palencia que dejó el turismo encallado en la orilla de la playa de Oyambre, de donde tuvo que ser rescatado del mar por bomberos del Parque de Valdáliga con ayuda del vehículo pesado de un particular.
Testigos presenciales relatan lo ocurrido
Los efectivos del Gobierno de Cantabria acudieron al lugar de los hechos a valorar la situación y, cuando llegaron, comprobaron que no había nadie dentro del turismo, que estaba "al capricho de las olas", flotando y tocando fondo.
Aunque oficialmente se desconoce cómo llegó hasta el mar, testigos presenciales aseguraron que los dos ocupantes del coche habían estado haciendo trompos por el arenal y, tras quedar encallado, se fueron a un chiringuito cercano, 'El pájaro amarillo'.