Es posible que, en más de una ocasión, hayamos pasado por alto la fecha de caducidad de algún alimento. Cabe la posibilidad que, de manera inconsciente, también lo hayamos hecho con algún que otro medicamento. Algo que ocurre de manera habitual en el caso de los analgésicos, antipiréticos, alguna pomada, quizá algún jarabe para la tos o unas gotas para los ojos, por ejemplo. Aunque no por eso es algo que no debamos evitar, al contrario, debemos evitarlo por todos los medios.

La fecha de caducidad se puede encontrar en el envase de todos los medicamentos y muestra el fin del periodo durante el cual se garantiza su eficacia y su seguridad. Eso sí, siempre que se haya almacenado en condiciones adecuadas de temperatura, luz y humedad. ¿A qué condiciones nos referimos?Un lugar fresco y seco, fuera de la luz directa del sol y, en el caso de algunos tipos de medicamentos como las vacunas o las insulinas, seguir las instrucciones concretas de mantenerlos en la nevera. Eso sí, la fecha de caducidad deja de ser válida cuando el envase se abre o se daña.

¿A qué me enfrento si tomo un medicamento caducado?

Pérdida de eficacia

El primero de los riesgos al que nos enfrentamos si sospechamos que hemos tomado un medicamento caducado es que no nos va a hacer efecto. Tal y como señalan los especialistas, con el trascurso del tiempo la concentración del principio activo disminuye de manera gradual, de forma que el medicamento puede dejar de ser eficaz para combatir la enfermedad para la que nos lo han prescrito. Lo que puede traducirse en una falta de mejoría o en el empeoramiento de la patología.

Riesgo de intoxicación

Uno de los mayores miedos a ingerir un medicamento caducado es la intoxicación. Y es que, según señalan los especialistas, la descomposición de un medicamento puede derivar en la formación de productos de degradación que pueden ser tóxicos. Aunque es improbable que la ingesta de un medicamento caducado tenga efectos tóxicos sobre las salud.

Resistencia bacteriana y viral

Según señalan desde la Administración de Alimentos y Medicamentos, popularmente conocida como la FDA, el uso de medicamentos caducados no solo es ineficaz, sino que también puede contribuir al desarrollo de resistencia bacteriana y viral. Esto significa que, con el trascurso del tiempo, las bacterias y virus pueden volverse menos susceptibles al tratamiento, complicando el control de las infecciones y reduciendo las opciones terapéuticas disponibles.

¿Qué hacer si un medicamento está caducado?

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Si hemos ido a coger un medicamento y nos hemos dado cuenta que está caducado no vamos a tirarlo a la basura. Para evitar que esos residuos se mezclen con la basura doméstica, la Organización de Consumidores y Usuarios señala que "debemos entregarlo dentro del envase y con su caja y prospecto en el punto SIGRE, un contenedor específico que se encuentra en las farmacias y que sirve para eliminar esos productos a través de los canales establecidos, de forma que los residuos no lleguen al medio ambiente".

El objetivo no es otro que evitar que esos residuos se mezclen con la basura doméstica, pues pueden contener residuos de principios activos potencialmente tóxicos, o con graves efectos en el medio ambiente. Sin ir más lejos, los antibióticos pueden acabar con los microorganismos que degradan la materia orgánica en los vertedero, los anticonceptivos o los antiinflamatorios son tóxicos para la fauna cuando acaban en un curso de agua del entorno...