Representantes de la Alianza Española para la Seguridad Vial Infantil (Aesvi) han denunciado en el Parlamento Vasco que la mayoría de las sillas infantiles de segunda mano que se colocan en los vehículos no cumplen las mínimas medidas de seguridad por lo que han pedido que la normativa europea obligue a los fabricantes a ponerles fecha de caducidad.

Esta es la solicitud que portavoces de esta asociación, entre ellos su secretario general, Joan Forrellad, han llevado a la Comisión de Seguridad de la Cámara, donde han presentado las conclusiones del estudio que llevó a cabo el pasado año esta asociación en el que analizaron la situación de diez sillas de segunda mano que se vendían de forma online.

La propia asociación compró por esta vía 10 sillas con un precio inferior a 100 euros. Los artículos, todos de ellos con homologación oficial, se enviaron a un laboratorio especializado en analizar componentes de automóviles donde se sometieron a diversas pruebas, la más importante, a un choque en dirección de la marcha.

Los resultados de las pruebas dejaron claro que el 80 % no tenía manual de instrucciones, en 2 de cada 3 el sistema de arneses tenía defectos importantes, y en 8 de ellas en caso de accidente el niño hubiera impactado contra alguna zona.

Para los representantes de Aesvi, el problema que se genera es grave porque cuando se compra online un dispositivo de estas características se pierde la trazabilidad del producto, es decir, el comprador no puede comprobar cuántos niños lo han utilizado con anterioridad, o si ha estado involucrado en algún siniestro. Por ello, han dejado claro que el problema no es la modalidad de la venta, sino la degradación de estas sillas.

Han considerado urgente que las administraciones prohíban su venta mientras no haya una regulación clara al respecto, y que se modifique la normativa europea para que todas las sillas salgan de fábrica con una fecha de caducidad, tal y como han dicho que se está haciendo ya en Canadá y en Estados Unidos.

También han considerado que sería interesante la creación de un registro de accidentes con y sin heridos en los que hayan estado involucrados niños para analizar el comportamiento de estos dispositivos en todos los casos.