Henry Mancini a gogò, a 20.000 hercios. Jazz en el Jai Alai de Gernika. La sombra de Peter Sellers. La sombra de Blake 'Blackie' Edwards. La sombra de David Niven. El inspector Clouseau en Cinemascope, en vena. La Pantera Rosa no es un ser humano o un bicho mítico, sino un diamante. La Pantera Rosa reside en Ispaster y brilla como un millón de espejos metidos en las tripas de un volcán en erupción. Arcoíris. Henry Mancini en los altavoces a todo volumen en un frontón en ebullición. Saxofón y clasicismo. Hollywood, años 60. Aritz Erkiaga es una piedra preciosa, un ladrón de guante blanco. Aritz Erkiaga es Sellers, Niven y Edwards. Aritz Erkiaga capitanea a Ion Ibarluzea para conquistar este domingo su segunda txapela del Eusko Label Winter Series de cesta punta de forma consecutiva y eclipsar el blitzkrieg de Ludovic Laduche y Mikel Mancisidor, superados, tensionados. Es la tercera del delantero, que se impuso también en la primera edición.
Erráticos los azules, sufrieron la maldición de la Pantera Rosa. No acertaron a pasar al venenoso delantero. Mal asunto. El de Ispaster marca la pauta. Erkiaga cerró dañado en el cuello y el hombro una final con más emoción que brillo, pero la zanjó. Con la lana en la cabeza. Guante blanco.
Tensión en el inicio
Inició Laduche con un palo a la hora de alcanzar la pelota. Fallo claro. Mal asunto para comenzar una cita del tamaño de la final del Eusko Label Winter Series. Erkiaga anunció tambores de guerra con un derroche de agresividad. Probó un dos paredes casi perfecto desde el ocho que agarró Laduche y erró una dejada lejana que murió en la chapa. El de Ispaster, un reloj suizo, afinó el remate, sabedor de que en un escenario como el Jai Alai de Gernika es primordial la furia en los cuadros alegres, pues es complicado hacer daño desde la zaga.
Laduche cometió dos errores consecutivos, el segundo tras un bonito revés cruzado de Ibarluzea. Con el 3-1, el zaguero de Markina no se puso al bote y se comió la pelota azul. Erkiaga cometió un yerro para establecer el 3-3. Ensalada de fallos para iniciar la escalada. Tensión a raudales. Calentando motores.
Hubo reparto de golpes hasta el 4 iguales. El cuarto error de Laduche dio cierto oxígeno a Erkiaga. Manci no pudo quitarle pelota y el vizcaino encontró su sitio. El costado de Aritz entró en juego en el 6-4 desde el ocho. Matemático. Venía de agarrar un remate en el txoko de Ludovic solo al alcance de los elegidos. El 7-4 fue otro remate del mago de Ispaster. Después, ensayó un dos paredes que agarró Laduche en el ancho y cruzó el derechazo. No duró mucho el saque a los azules, ya que un palo de Manci devolvió el paso a los panteras rosas. Dudas azules al primer descanso. El peso de Erkiaga es enorme. Su cadencia de remate, y acierto, obliga a los rivales a eliminarle del tapete. La perfección o la vida. No fue posible.
Cesta rota de Laduche
Antxon Alberdi, desde su púlpito del Zalantzen Txokoa, entró en juego en el 9-7. Ibarluzea hizo un palo para acortar distancias, pero los rosas pidieron videoarbitraje para valorar un posible bote de Manci. El juez dio la razón a los vizcainos, que se colocaron 10-7. Buena renta, que recortó el puntillero de Getaria con un txiktxak.
En el 11-9, entretanto, se le rompió la cesta a Ludovic. Probó una nueva. Charló con Goixerri y tomaron la decisión de continuar con la misma xistera. Ya habría tiempo de cambiar. El regreso fue rosa. Dos yerros seguidos de Manci abrieron un abismo en el tramo más candente. Se repuso con un bonito derechazo. 13-10. La irregularidad, no obstante, pasó factura a los azules. Ibarluzea metió por la pared y Laduche sumó su quinto yerro del joko. El peor de los escenarios. Erkiaga clavó un dos paredes, el segundo de su cuenta, para anotarse el primer parcial. Saxofón.
El segundo joko
Laduche y Manci se la jugaban en el segundo. Doble o nada. El de Iparralde cruzó un gran revés a la zaga para iniciar las hostilidades. Erkiaga afinó el remate. Ludovic no le quitó el saque y su contrincante diseñó una carambola preciosa. El 2-1 fue precioso. El de Ispaster impuso la gota china. Un par de dos paredes, el segundo indefendible, atraparon a Ludovic en la red del Jai Alai. El de Getaria llevó una alcanzada increíble en el primer arabesco.
Los azules no se hundieron. Otra carambola del de Ispaster puso salsa. Igualaron en el cuarto cartón. Una descolgada al resto de Ludovic y un yerro de Aritz al remate tranquilizaron a Laduche y Manci. Pese a encajar un tanto, mejoraron sensaciones en el peloteo. Con el 5-6 del segundo set, Erkiaga acumulaba ya cuatro pasas. Un fallo de Manci, un cortadón de Aritz y un pelotazo pasado de Laduche cambiaron el signo. 8-6.
El paso por el vestuario
Laduche trató de ajustar el saque, pero con el 10-8 acumulaba ya cuatro pasas –todas ellas en el segundo set–. Los rosas no cedieron. El 11-8 fue un potente derechazo de Ibarluzea. Aun así, no hubo rendición azul. Un error claro del número 1 y un precioso costado de Laduche, uno de los mejores tantos de la final, acercaron posturas. 11-10. Erkiaga frenó a sus contrincantes con un cortadón. En la ejecución del primer saque, se anotó su quinta pasa y asomó el fantasma de las faltas. No achantó a Aritz: agarró una pelota complicada en el seis y medio y agitó la varita en un dos paredes de arquitectura. Delirio.
En el 13-11, Aritz echó un remate de derecha a la mano de Laduche, que no perdonó y el de Ispaster se fue directo al vestuario. Sintió dolor en el cuello y el hombro izquierdo. Erkiaga volvió a la cancha para apurar. La quinta pasa de Ludovic favoreció los intereses del dueto vizcaino, que esperó su oportunidad desde el resto. El lapurtarra acabó el partido enfadado por su primer disparo. El 13-12 fue una cortada del getariarra. Erkiaga, visiblemente dolorido y está por ver su evolución para la Biscayne Cup de Dania, clavó un rebote. Resurgió. El 15-12 final fue un yerro de Laduche a un buen pelotazo por la pared. La maldición de la Pantera Rosa.