La canadiense Summer McIntosh dio un nuevo paso para coronarse como la indiscutible reina no sólo ya de estos Campeonatos del Mundo de Singapur, sino de la natación mundial, tras sumar su segundo oro en la ciudad asiática al imponerse ayer en la final de los 200 estilos. Una final en la que la jovencísima china Zidi Yu, de tan sólo 12 años, se atrevió a arrebatar los focos a la canadiense tras quedarse a tan solo 6 centésimas de la medalla de bronce con un tiempo de 2:09,21 minutos.
Registro que hubiera permitido a Yu, que tiene previsto nadar en Singapur otras dos pruebas más, los 400 estilos y los 200 mariposa, rebajar, por ejemplo, el récord de España –2:09,45– de Mireia Belmonte, medallista mundial y europea en esta prueba. Todo un aviso para Summer McIntosh, que, a sus 18 años, parece toda una veterana comparada con la china Yu, que cumplió con los pronósticos y se alzó con un crono de 2:06,09 minutos con una victoria, que prácticamente se daba por descontada.
Y es que la superioridad de la canadiense, vigente campeona olímpica y plusmarquista universal, en esta distancia es tal que sus rivales parecen abocadas a pelear por la medalla de plata.
Una circunstancia que no impidió a la estadounidense Alex Walsh, oro en los mundiales de Budapest 2022, inquietar a McIntosh tras una posta de braza, que dejó a la canadiense con una ventaja de tan sólo 33 centésimas. Diferencia que Summer McIntosh, que busca cinco oros en estos Mundiales de Singapur, disparó hasta los 1.89 segundos tras los 50 últimos metros a nado libre.
Completó el podio la también canadiense Mary-Sophie Harvey, que se colgó con un tiempo de 2:09,15 minutos la medalla de bronce, tras resistir el impulso final de la china Zidi Yu, que se quedó a 6 centésimas del último escalón del podio.
Si Alex Walsh tuvo que conformarse con la plata, su hermana pequeña Gretchen cumplió con los pronósticos y, pese a no poder rebajar su propio récord del mundo, se impuso en la final de los 100 mariposa con un tiempo de 54,73 segundos. Un triunfo que no sólo permitió a Walsh, vigente subcampeona olímpica, lograr su primer oro en una prueba individual en unos Mundiales de piscina larga, sino también para que Estados Unidos sumase su primera victoria en Singapur.
Oro que Gretchen Walsh, que este curso ya ha batido en dos ocasiones el tope mundial, no pudo adornar con una nueva plusmarca universal, tras quedarse a 13 centésimas de su propio récord del mundo.
Quien no defraudó fue el chino Haiyang Qin, que dio el primer paso para repetir el triplete, que ya logró hace dos años en los Mundiales de Fukuoka, tras imponerse en la final de los 100 braza con un crono de 58,23 segundos. Una prueba en la que Qin, plusmarquista universal de los 200, hizo valer su mejor final ante el campeón olímpico, el italiano Nicolo Martinenghi, que afrontó el último largo en primera posición con una ventaja de 17 centésima sobre el chino.
Por su parte, el francés Maxime Grousset confirmó las excelente sensaciones que dejó en las semifinales y se coronó nuevo campeón del mundo de los 50 mariposa con un tiempo de 22,48 segundos, la cuarta mejor marca mundial de todos los tiempos. Grousset, que se quedó a 21 centésimas del récord del mundo –22,27– del ucraniano Andrii Govorov, arrebató el triunfo en los metros finales al suizo Noe Ponti, campeón del mundo en piscina corta, por tres centésimas.