Quiero demasiado a Euskadi, lo suelo repetir, como para pretender que lo construyamos los unos frente a otros. Seguiré confiando en Euskadi, en sus mujeres y hombres, en su espíritu emprendedor, en nuestra identidad como vascos, en la valía de nuestras gentes, en el derecho que tenemos a decidir y en nuestra capacidad inteligente de integrar y negociar. Continuaré creyendo en un pacto de tú a tú desde la libertad, corazón caliente, mirada larga, paso seguro y cabeza fría, inteligencia y audacia responsable