CON objeto de sortear la penalización fiscal en la subida de ingresos en las familias frente a la inflación desbocada, que roza ya el 10%, las medidas anunciadas ayer por las instituciones vascas suponen un balón de oxígeno para los hogares y empresas en el marco de un escenario de incertidumbre que amenaza con menguar el poder adquisitivo de las familias. La deflactación de todos los tramos del IRPF que anunció ayer el lehendakari Iñigo Urkullu acompañado por los tres diputados generales es parte de las importantes medidas en el área fiscal con objeto en la lucha contra la contracción de la economía y la desbocada alza de precios que, ni suponen una bajada de impuestos ni, por ende, medidas adicionales por el impacto en la recaudación de este ejercicio. Gobierno y entes forales dan un paso adelante con el ajuste a la baja de las tarifas de este impuesto para corregir la mayor tributación proporcional de las rentas, actualizadas debido a la presión inflacionista. Una deflactación del 4% en todos los tramos del IRPF, sumada a la aplicada a principios de año (1,5%), supondrá que las subidas de salarios, que al haberse incrementado tributarán más, no tengan necesariamente que sufrir incidencias en el poder adquisitivo. “Más dinero en el bolsillo”, precisó el lehendakari a tenor de una medida de ajuste, además de las anunciadas para autónomos y empresas como respuesta que, en conjunto, supondrá un esfuerzo fiscal de 250 millones de euros y que no debiera despertar recelos o hipótesis en cuanto a la recaudación, récord en los últimos ejercicios, y su impacto en posibles recortes ya que el nuevo presupuesto de Lakua para el próximo año mantiene el marcado cariz inversor y refuerza la apuesta por el gasto social en un contexto, sin embargo incierto y lleno de interrogantes, pese a la reactivación del consumo este verano y los ingresos por IVA. El alza disparada de precios junto a la subida de tipos de los organismos financieros obligan a adoptar medidas que, en el caso de Euskadi, permite la singularidad que otorga el Concierto Económico en materia fiscal. Promover el ahorro sin capacidad adquisitiva con un IPC disparado y sin visos de modularse obliga a mirar a los impuestos para corregir la mayor carga fiscal de los salarios y así, aliviar la economía de los hogares y trasladar tranquilidad bajo la garantía de la protección de las personas y las pymes.