Recuerdo cuando era chaval que mi ama me decía siempre aquello de ten cuidado, a ver con quién te juntas, no te arrimes a gente extraña, ojo con las compañías. Ahora quizá, eso casi ni se puede decir porque estamos en un tiempo en el que todo es censurado y, sobre todo, sometido a juicio popular. El caso es que el Athletic no es que ande con malas compañías, porque para nada lo son, todos ellos son gente sana, gente deportista, gente que intenta hacer bien las cosas, pero que de vez en cuando tiene algún que otro vicio. Son vicios deportivos. El vicio deportivo de afrontar un partido sin la intensidad que se requiere, con dosis de desidia, momentos de desenchufe del encuentro y, sobre todo, y lo he dicho muchas veces, este equipo es bueno jugando de una forma determinada. Cuando cambia eso se transforma en vulgar y es incapaz. La muestra de todo esto es lo que nos encontramos en Girona.

10

Las imágenes del Girona - Athletic

El Athletic de Valverde ha demostrado que puede jugar muy bien al fútbol, que tiene cosas muy buenas y, sobre todo, que habitualmente tiene ese ritmo necesario para apabullar a los rivales. Empuje, coraje, casta y actitud están en el ADN, pero cuando se pierde un poquito de todo esto, desaparece ese grupo con tan buena pinta del campo y, además, se ve superado por conjuntos que no son para nada mejores, pero que sí lo parecen.

El otro día el Girona parecía muchísimo mejor que el Athletic, táctica, técnica y físicamente, y esto sí que no puede ser. Te pueden superar equipos de más nivel, te pueden ganar porque tienen mejores futbolistas, porque técnicamente son mucho mejores, pero un equipo como el Girona, con los problemas que tiene, no. Los de Míchel pelean por salvar la categoría y tú tienes la gran oportunidad de vencer en ese estadio y sumar tres puntos de lujo para colocarte en la parte alta de la tabla clasificatoria. Y vas y no lo haces.

Precisamente, esto es lo que no se puede permitir. No se puede dar. El paso atrás es importante, demasiado. El equipo rojiblanco tenía una grandísima oportunidad de meterse de lleno en la lucha por Europa, y hasta de dormir en puestos Champions. No solo eso, podía marcharse al parón para el Mundial con los deberes muy bien hechos y, sobre todo, con la sensación de que delante hay algo tangible, regular y en lo que se puede confiar.

Te puede interesar:

Mañana martes hay otro partido con el Valladolid, vamos a ver qué es lo que pasa. Obligados a ganar, obvio, otra cosa sería un desastre y, además, luego hay demasiado tiempo por delante para pensar, para darle vueltas y, sobre todo, para no avanzar en lo que tiene que ser un equipo como el Athletic .

Este grupo da unas cuantas de cal, pero siempre toca la de arena y ese es el gran problema: la fiabilidad. Hasta que no se encuentre la misma, no vamos a poder hablar de un equipo con un objetivo claro. Marcar metas está muy bien, pero está claro que si no tienes un equipo firme, no vas a poder marcar un objetivo nunca. Vamos a esperar porque es pronto, pero estamos a las puertas de la décimo cuarta jornada y aquí ya la cosa tenía que estar mucho más definida. Recordemos que de los últimos dieciocho puntos se han sumado cinco. Confianza mucha, dudas también.