Hemos visto fotografías de Pablo Casado, asistiendo a una misa por el sufragio de Franco, acompañado de su esposa e hijos; y de eso nunca más se supo, no hay declaraciones, la callada por respuesta, mientras los suyos tiran andanadas por otro temas para acallar lo importante, que es ver asistir al jefe de la oposición a la misa por el dictador Franco, sin vergüenza y sin pelos en la lengua. ¿Hasta dónde vamos a llegar? En España se traga todo, hacemos mala uva, despotricamos, pero seguimos andando; mientras en Europa, Mussolini y Hitler nunca son homenajeados por ser unos salvajes dictadores, aquí se le sigue rindiendo pleitesía al mayor dictador que tuvimos durante 40 años. Paremos de una vez por todas, la moviola, rebobinemos y construyamos de verdad una democracia sin pelos y señales de épocas anteriores, dotémonos de un estado de derecho, monarquía o república, que reúna y recoja a todos los hombres y mujeres de este país.