El presidente de China, Xi Jinping, se refirió este lunes a los "desafíos" que suponen las "medidas de contención y represión" contra Pekín por parte de "los países occidentales, liderados por Estados Unidos".

"El entorno internacional para el desarrollo chino ha cambiado rápidamente y el número de factores impredecibles ha aumentado", apuntó Xi durante un acto con representantes de los sectores industrial y comercial celebrado en el marco de las reuniones de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh) y de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo), el principal evento político anual del país.

El mandatario chino, citado hoy por el oficial Diario del Pueblo, pidió "mantener la calma y observar los profundos cambios en la esfera internacional", tras unos meses en los que China ha mantenido su posición ambigua con respecto a la guerra en Ucrania, sobre la cual emitió recientemente una declaración que pide el respeto a la soberanía de todos los países y un alto el fuego, propuesta criticada por Occidente por poner en el mismo plano "al agresor y al agredido".

Guerra comercial

Asimismo, Xi instó al sector privado a reforzar su innovación y a "desempeñar un papel en la autosuficiencia" de China en el sector tecnológico, después de unos años en los que Washington ha aplicado sanciones a empresas chinas como Huawei y ha restringido el acceso a chips estadounidenses por parte del país asiático.

Ante la guerra comercial abierta con Estados Unidos, China ha anunciado diversas medidas y planes para impulsar la industria nacional de los semiconductores, en la que sigue dependiendo de fabricantes exteriores.

Tras años de tensiones con el Gobierno del republicano Donald Trump (2017-2021), Biden y Xi se reunieron por primera vez como presidentes el año pasado en el G20 de Bali en un intento de rebajar las tensiones y evitar que la rivalidad entre las dos potencias desemboque en un conflicto abierto.

Sin embargo, el reciente incidente de los globos "espía" reavivó las tensiones y llegó a provocar la suspensión de un viaje a China que tenía previsto hacer el secretario de Estado, Antony Blinken.

China niega haber vendido armas a Rusia

El ministro chino de Exteriores, Qin Gang, negó hoy que su país haya vendido armas a Rusia y defendió que China ha hecho "un juicio independiente" y "apostado por la paz" en Ucrania.

"¿Qué ha hecho China para ser amenazada o presionada con respecto a esta crisis? No estamos involucrados directamente ni hemos proporcionado armas. Hemos publicado un documento con propuestas para la paz.", dijo Qin en su primera rueda de prensa pública en los márgenes de la sesión anual del Legislativo chino (Asamblea Nacional Popular).

En febrero pasado el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, dijo tener pruebas de que China contempla enviar armas a Rusia para su guerra contra Ucrania, un extremo que Pekín ha negado reiteradamente desde entonces.

Qin agregó que "hay una mano invisible que está provocando la crisis en Ucrania", en velada referencia a Estados Unidos, y que "es un momento crítico".

China señala a EEUU

"Hay quien apuesta por la paz, y hay quien echa leña al fuego. Nosotros estamos en el lado de la negociación, de la desescalada, de la paz, dijo.

China, que ha tratado de mantener la equidistancia con respecto a la guerra en Ucrania, fue uno de los países que se abstuvo a la hora de votar una resolución de condena a la invasión rusa en la Asamblea de la ONU.

Pekín se aferra a una postura ambigua sobre la invasión rusa al pedir respeto para "la integridad territorial de todos los países", incluida Ucrania, y, al mismo tiempo, atención para las "legítimas preocupaciones de todos los países", en referencia a Rusia.

El Gobierno chino emitió recientemente una declaración sobre lo que denomina "conflicto" en el que defiende el respeto a la soberanía de todos los países, el abandono de la "mentalidad de guerra fría" y un alto el fuego, así como una llamada a la "moderación" para "evitar que la situación se descontrole" y derive en un conflicto nuclear, propuesta criticada por Occidente por poner en el mismo plano "al agresor y al agredido".