Los accidentes domésticos son acontecimientos fortuitos que ocurren en el hogar. Aunque sucedan fuera de nuestra voluntad, pueden causar daños y lesiones importantes. Los grupos de que corren mayor riesgo son las personas mayores de 65 años y los niños.

La cocina y el baño son los lugares de la casa que más peligro suponen y que más accidentes causan. Los suelos resbaladizos y los objetos cortantes y peligrosos son las principales causas de estos incidentes. Se recomienda asegurarse de que el suelo no esté mojado y prestar atención a las alfombras, ya que estas puede ocasionar tropiezos y caídas. En cuanto a los objetos peligrosos, como cuchillos y sartenes calientes, es importante mantenerlos fuera del alcance de los niños.

Aún así, los percances en casa son inevitables y hay que saber cómo actuar en estas situaciones. Estos son los 10 accidentes domésticos más comunes y las medidas que hay que tomar:

1. QUEMADURAS. Muchas tareas del hogar requieren manipular fósforos, planchas, sartenes y agua hirviendo que pueden ocasionar heridas. Se recomienda utilizar guantes a la hora de realizar estas tareas y mantener estos objetos fuera del alcance de los niños.

En caso de haberse quemado, hay que enfriar la zona lo antes posible para evitar que la quemadura progrese. Es importante no poner ninguna pomada sobre la herida, tampoco hay que despegar la ropa de la piel, ni romper la ampollas.

2. CORTES Y HERIDAS PROFUNDAS. Es uno de los accidentes más frecuentes. Los objetos punzantes y cortantes deben de estar bien guardados y al usarlos, los adultos deben extremar la precaución. Si has sufrido un corte, lava la herida con agua y jabón y sécala con gasas dándole pequeños toques. No hay que retirar posibles objetos o restos clavados. Si el sangrado es abundante, presiona con apósitos y acude al centro de saluda si necesita sutura.

3. CAÍDAS. Los suelos resbaladizos, las alfombras o las escaleras son los escenarios más comunes para sufrir un tropiezo y caer al suelo. En caso de caída, pon algo frío en la zona golpeada para disminuir el dolor y evitar que se forme un hematoma. Si la persona que ha sufrido el accidente se ha golpeado la cabeza pero no ha perdido el conocimiento, mantente observándole 24 horas. En cambio, si pierde el conocimiento, hay que llamar a urgencias de inmediato.

4. INGESTA DE PRODUCTOS PELIGROSOS. Para evitar que haya confusiones y accidentes con medicamentos o productos de limpieza, se recomienda etiquetarlos de manera clara y mantenerlos siempre en el mismo lugar.

Si se ingiere algún producto tóxico, hay que recoger el resto del producto y su envase y llevarlo al médico con el paciente. La persona que ha ingerido el producto no debe de beber ningún tipo de líquido, ni siquiera agua, y tampoco hay que provocarle el vómito.

5. REJAS PARA SEGURIDAD. Para evitar caídas y lesiones, una manera de minimizar los riesgos es instalar rejas en puertas, ventanas y terrazas. Es una solución útil y sencilla sobre todo a la hora convivir con niños en casa.

6. PUERTAS SIEMPRE CERRADAS. Es aconsejable mantener las puertas, los armarios y cajones cerrados. En ocasiones se nos puede olvidar y si se quedan abiertas, aumenta el riesgo de que alguien pueda golpearse con las puertas.

7. BAÑOS: ZONA DE GRAN RIESGO. Son sitios de accidentes frecuentes y debe extremarse la precaución. El suelo mojado o las alfombras pueden causar caídas con posibilidad de sufrir roturas de huesos. En ese caso, no hay que intentar corregir la deformidad, ni intentar devolver el hueso a su lugar. También es importante no dar alimentos o bebidas al paciente hasta que lo vea el médico. Tampoco hay que masajear la zona afectada.

8. CUIDADO CON EL AGUA. Hay que tomar precauciones a la hora de utilizar y guardar agua, sobre todo porque puede aumentar el riesgo de muertes por inmersión en niños pequeños. En caso de encontrar a un niño en esta situación, hay que sacarlo inmediatamente del agua. Si el pequeño no respira debe iniciarse una reanimación cardiopulmonar (RCP), mientras se avisa al 112.

9. RIESGO DE ASFIXIA. No hay que dejar al alcance de los niños pequeños objetos que puedan meterse a la boca y que acaben obstruyendo sus vías respiratorias. En caso de atragantamiento, si respira con dificultad acude a urgencias. En el caso extremo de que no pueda respirar, practica la maniobra de Heimlich. No hay que intentar sacar el objeto con la mano. Muchas veces poniendo al niño boca abajo favorece a que el objeto caiga solo por la acción de la gravedad.

10. DESCARGA ELÉCTRICA. Los enchufes y cables, o el contacto de estos con el agua supone un gran peligro. Si se van a realizar reparaciones, hay que cortar el flujo eléctrico. Si una persona sufre una descarga eléctrica y no se puede desconectar, hay que intentar separarla con un objeto de madera, plástico o goma. Si al desconectarlo la persona está consciente, hay que llevarla directamente al hospital. En cambio, si está inconsciente pero respira, hay que esperar a que acuda la asistencia médica.