Un cuarto de siglo como referencia en el sector sanitario y ganando terreno en un grupo empresarial muy centrado en uno de los capítulos más complejos y de actualidad de la medicina: la diagnosis genética. El laboratorio de Grifols en el Parque Tecnológico de Bizkaia celebró ayer sus bodas de plata. La antigua Progenika lanzó el proyecto en el año 2000 y pasó a formar parte del grupo catalán en 2013.

Su actividad está enfocada en la producción de medicamentos ligados al plasma y al desarrollo de soluciones innovadoras de diagnóstico in vitro a través de análisis sanguíneo y genético. Sus responsables explicaron que la multinacional es líder “mundial en medicina transfusional” y destacaron el rol que juega el laboratorio de Derio en un esquema industrial en el que la I+D es el principal activo.

El acto de conmemoración del aniversario contó, entre otros, con la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe; el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi; la alcaldesa de Derio, Esther Apraiz; la diputada foral de Promoción Económica, Ainara Basurko; la viceconsejera de Tecnología, Innovación y Transformación Digital, Jaione Ganzarain, y el secretario general de Acción Exterior y Euskadi Global, Ander Caballero. El anfitrión del evento fue Nacho Abia, CEO del grupo desde hace algo más de un año.

Cada año, las soluciones de Grifols analizan decenas de millones de muestras de sangre y plasma para garantizar que estén libres de patógenos y asegurar la compatibilidad entre donante y receptor.

En estos momentos, la compañía centra su actividad en Derio en las plataformas de “próxima generación de la unidad de negocio diagnóstico”. El objetivo es ofrecer las tres tecnologías de análisis más empleadas en medicina transfusional. Por un lado está la molecular, que usa una muestra de tejido, sangre o líquido corporal para verificar si hay ciertos genes, proteínas u otras moléculas que son signo de una enfermedad o afección, como el cáncer.

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Por otro, el inmunoensayo, que identifica a través de la unión de anticuerpos a antígenos. Y, por último, el tipado sanguíneo, el estudio de la sangre y los glóbulos rojos en particular. Todo ello se realiza de una forma totalmente automatizada a bancos de sangre y laboratorios de todo el mundo. Grifols prevé lanzar nuevas generaciones de estos ensayos y tecnologías durante los próximos años.

Según explicaron los responsables de la compañía, Grifols ha crecido en el campo del diagnóstico clínico con el desarrollo de tecnologías innovadoras que le han permitido avanzar en el sector de diagnóstico in vitro, un área donde el centro de Derio tiene un “papel fundamental” dentro del grupo desde su puesta en marcha. Más recientemente, en 2020 y “en un tiempo récord”, este centro de Grifols desarrolló un test molecular de muy alta sensibilidad para detectar el virus SARS-CoV-2, que se utilizó en muchos de los hospitales de España durante la pandemia global del covid-19.