El pleno del Parlamento Europeo ha dado este miércoles luz verde final a las nuevas reglas para garantizar que las transferencias bancarias lleguen inmediatamente a las cuentas de los particulares y las empresas de la UE.

El nuevo reglamento, aprobado por 599 votos a favor, 7 en contra y 35 abstenciones,  busca evitar esperas a los clientes minoristas y las empresas y mejorar la seguridad de las transferencias. Los bancos y otros proveedores de servicios de pago (PSP, en inglés) tendrán que garantizar transferencias asequibles y procesadas al momento.

El texto, ya acordado con los Estados miembro, actualiza las normas de la Zona Única de Pagos en Euros (SEPA, por sus siglas en inglés) y entrará en vigor veinte días después de su publicación en el Diario Oficial de la UE, tras lo que las capitales dispondrán de 12 meses para aplicar el reglamento.

La inmediatez de las transferencias deberá garantizarse con independencia del día o la hora y el dinero deberá llegar a la cuenta del destinatario en un plazo de diez segundos. El ordenante también debe ser informado en el mismo plazo de si los fondos transferidos se han puesto a disposición del receptor.

Los países de la UE cuya moneda no sea el euro también tendrán que aplicar las normas, cuando las cuentas ya ofrezcan transacciones regulares en euros, después de un período transitorio más largo. Habrá una excepción especial a la obligación de efectuar el pago en un plazo de diez segundos para dichas cuentas fuera del horario laboral, por el riesgo de falta de liquidez en la divisa europea.

Además, los cargos aplicados por las transferencias inmediatas en euros no podrán ser superiores a los aplicados a las operaciones convencionales de transferencias que no sean de carácter instantáneos en euros.   

SEGURIDAD

Para garantizar la seguridad, los proveedores de servicios de pago deben aplicar medidas sólidas y actualizadas de detección y prevención del fraude, a fin de evitar que el dinero transferido acabe por error o fraude en la cuenta equivocada y tendrán que ofrecer, sin coste adicional, un servicio de verificación de la identidad del destinatario.

Como salvaguardia adicional contra el fraude, las entidades también deben permitir a sus clientes fijar un importe máximo para las transferencias instantáneas en euros, que podrá modificarse fácilmente antes de ejecutar una nueva transferencia.

De acuerdo a las nuevas reglas, si una entidad no cumple con sus obligaciones de prevención del fraude y esto provoca un perjuicio financiero, el cliente podrá solicitar una compensación.

Los proveedores de servicios de pago que ofrezcan transferencias instantáneas también deben verificar si alguno de sus clientes está sujeto a sanciones u otras medidas restrictivas relacionadas con el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.