"Hay que pagar el estado de bienestar y eso se paga de esta forma en todos los países que tienen modelos análogos al nuestro". De esta forma defendió ayer martes el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y los sindicatos sobre la subida de las cotizaciones para hacer frente al pago de las pensiones futuras. "Lo que hemos hecho es una subida extraordinariamente moderada", señaló Escrivá, quien recordó que el acuerdo suscrito el unes para garantizar la equidad intergeneracional de las pensiones supondrá para las empresas un incremento mensual de 10 euros para una base de cotización media de unos 2.000 euros, "algo bastante manejable y asumible".

El ministro indicó, asimismo, que España tiene unos costes laborales asociados a cotizaciones "muy por debajo" de los países de su entorno. "España, en costes laborales, está en una situación que da margen y holgura a lo que estamos haciendo", defendió.

El Gobierno pactó el lunes con UGT y CCOO el nuevo mecanismo de equidad intergeneracional con una subida de 0,6 puntos en las cotizaciones sociales durante diez años con el objetivo de rellenar la llamada hucha de las pensiones ante el incremento del gasto por jubilación de la denominada generación del baby boom. Según Escrivá, el acuerdo, del que se han descolgado las patronales CEOE y Cepyme, supondrá la reactivación del fondo de reserva de la Seguridad Social (hucha de las pensiones), donde ahora quedan apenas 2.000 millones y que según el cálculo del Gobierno , al final del periodo, podrá contar con 50.000 millones.

También la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, salió en defensa del acuerdo, porque, aseguró, da tranquilidad a los pensionistas "de hoy y mañana" y evita los recortes que iba a suponer el derogado factor de sostenibilidad de la reforma del PP. Se trata, incidió, de un paso más en la apuesta por el sistema público de pensiones y en una "recuperación justa para todos" evitando los recortes que habría supuesto la entrada en vigor del factor de sostenibilidad del PP de la reforma de 2013. "Es un mecanismo importante para ese mantenimiento de las pensiones y es equitativo y sería mucho peor no afrontarlo ahora", explicó Rodríguez, que cifró en un 20% el recorte en las pensiones que habría supuesto la reforma del PP. Las pensiones perderían 200 euros, ha señalado, cuando ahora la subida de cotizaciones supone una aportación del trabajador de 2 euros. "El PP recortó las pensiones y vació la hucha y nosotros hemos subido las pensiones y vamos a garantizarlas", ha concluido.

Sin embargo, la vicepresidenta de la CEOE y presidenta de patronal del seguro Unespa, Pilar González de Frutos, consideró que "justo este es el peor momento para crear más presión fiscal a la creación de empleo". "Para la sostenibilidad del sistema de pensiones el mejor mecanismo es un empleo sólido que permita garantizar las prestaciones a través de las cotizaciones", señaló la vicepresidenta de CEOE en declaraciones a TVE. Según González de Frutos, la medida se produce en un contexto en el que aún no se ha consolidado la recuperación y con la actividad empresarial sometida a tensiones por los problemas de suministro, el coste de la energía y los anuncios de nuevas subidas del salario mínimo y de un reforma fiscal.

"Yo no llamaría mecanismo al mero incremento de cotizaciones. ¿Equidad? Bueno, tal vez, pero desde luego de intergeneracional tiene poco porque al final hace recaer el peso en una generación que hoy está trabajando y fundamentalmente en los jóvenes", apuntó. "Da igual el reparto, al final son costes salariales y ello va a perjudicar la creación de empleo en un país con tasas de desempleo tan altas y afectando a una población fundamentalmente joven", añadió.

En este sentido, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, lamentó que la CEOE no presentara ninguna contrapropuesta en el marco de la negociación y descartó que esa falta de consenso con los empresarios suponga un problema con Bruselas para recibir 10.000 millones de euros del fondo de recuperación. "La patronal ha jugado sabiendo que los demás íbamos a dar un paso adelante", argumentó Álvarez, quien acusó a la organización empresarial de mantener una posición "insolidaria" y de no querer asumir el "coste" que supondría plantear públicamente sus soluciones, como aumentar la edad de jubilación y recortar las pensiones.