El viaje se quedó corto por los pasajeros, pero también por el destino. El Gobierno español pactó ayer lunes con UGT y CCOO el nuevo mecanismo de equidad intergeneracional, que contempla una aportación de 0,6 puntos vía cotizaciones a la Seguridad Social al fondo de reserva a partir de 2023 y hasta 2032 para sostener el incremento del gasto en pensiones. Se trata de la propuesta que planteó la semana pasada el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, cuyo titular, José Luis Escrivá, lleva sobre sus espaldas el peso de liderar una reforma espinosa que no va a contentar a ninguna de las dos partes.

Los empresarios saltaron del barco en cuanto constataron lo que ya sabían, que iban a tener que pagar más a la Seguridad Social por los trabajadores que tienen en nómina. Renunciaron a participar en el acuerdo. Los sindicatos tampoco encontraron más terreno que conquistar. De modo que durante una negociación que se prolongó desde las 11.00 horas hasta casi las 19.00 horas, con una pausa a mediodía que la patronal aprovechó para anunciar que no volvía a sentarse, no hubo novedades destacables.

El acuerdo final -con el vacío de la ausencia de CEOE y Cepyme- supondrá la reactivación del fondo de reserva de la Seguridad Social, la denominada hucha de las pensiones, “mediante una aportación finalista entre 2023 y 2032 (...) de 0,6 puntos porcentuales de la cotización por contingencias comunes”, informó el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

El diseño de este mecanismo, que viene a sustituir al derogado factor de sostenibilidad de la reforma de 2013, se incluirá mediante enmienda al proyecto de ley que se está tramitando actualmente en el Congreso de los Diputados. Esa aportación de 0,6 puntos de la cotización por contingencias comunes se repartirá entre la empresa y el trabajador “con la misma distribución que en las cotizaciones sociales”, según la nota.

Fuentes de la negociación explican que será a razón de 0,5 puntos la empresa y 0,1 puntos trabajador -la idea inicial era un reparto de 0,4/0,2- y que actuará como “válvula de seguridad” del sistema a partir de 2033, “en el caso de que haya un desvío de la previsión de gasto en pensiones para 2050”. En el caso de que no se diera esa desviación, “no se aplicará ninguna medida y se planteará la utilización de los recursos del fondo de reserva para reducir las cotizaciones sociales o mejorar la cuantía de las pensiones”.

La otra pata del mecanismo actuará si se aprecia en los Informes de Envejecimiento (Ageing Report) de la Comisión Europea una desviación pudiendo usarse ese fondo, con un límite de disposición anual del 0,2 % del Producto Interior Bruto (PIB).

Si la disposición de activos de este fondo no fuera suficiente, el Gobierno explica que negociará con los interlocutores sociales para su elevación al Pacto de Toledo “una propuesta que, de forma equilibrada, se dirija bien a reducir el porcentaje de gasto en pensiones en términos de PIB, bien a incrementar el tipo de cotización u otras fórmulas alternativas para aumentar los ingresos”.

La concreción de este mecanismo es uno de los temas pendientes del acuerdo cerrado en julio sobre pensiones y que también debe concretar otros puntos como la equiparación de derechos de pensión viudedad de parejas de hecho con matrimonio o en la cotización de los becarios. Este mecanismo de equidad intergeneracional está llamado a hacer frente a un incremento futuro del gasto como consecuencia de la jubilación de la generación del “baby boom”, los nacidos entre finales de la década de 1950 y mediados de la de 1970.

En declaraciones a los medios tras conocerse el acuerdo, el ministro José Luis Escrivá explicó que con la introducción del MEI se evita una recorte de entre el 2 y el 3% para los futuros pensionistas.

El secretario general de CCOO, Unai Sordo, celebró haber conseguido un “éxito sindical indiscutible”, tras el acuerdo. Según defendió el sindicalista vizcaino, el acuerdo va en línea con la propuesta de CCOO para que el reto futuro de las pensiones no se abordara desde la lógica del recorte sino desde la de mejora de ingresos de la Seguridad Social. “Eso lo hemos logrado con este Mecanismo de Equidad Intergeneracional”, remarcó en un vídeo difundido por el sindicato.

Por su parte, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, celebró que se envíe “al baúl de los recuerdos” la reforma de pensiones del Partido Popular de 2013.

En un vídeo publicado por el sindicato, Álvarez ensalzó haber conseguido que las pensiones no se bajen, que no se aumente la edad de jubilación, mantener el poder adquisitivo de los pensionistas y sobre todo asegurar el futuro.

Los datos0,6%Cotizaciones.

La Seguridad Social descontará seis décimas adicionales por trabajador de hasta 2032. Un 0,5% correrá a cuenta de la empresa y el asalariado cotizará un 0,1% más.