Los accionistas del Igualatorio Médico Quirúrgico tienen que decidir si autorizan a la dirección a buscar un socio estratégico, que facilitaría el relevo generacional comprando participaciones a los médicos que quieran salir de la empresa. Las fuerzas se presentan divididas en dos grandes polos a una junta en la que habrá una propuesta sobre la mesa del consejo.

En principio, el sector que ha promovido el proceso reclamando un mecanismo para la venta de acciones, la Plataforma de Accionistas del Igualatorio (PAI), podría sentirse cómodo con la solución que plantea la compañía. Sin embargo, Ademi, la Asociación en Defensa del Modelo de Igualatorio, intentará que siga cerrada la puerta de entrada a un socio externo en el IMQ. Una operación en la que Adeslas, socio en el área de seguros, está muy bien posicionado.

En ese sentido, Ademi propondrá que, antes de reforzar la alianza con Adeslas o buscar otro compañero de viaje, se exploren fórmulas como la entrada de nuevos socios médicos en el accionariado, facilitar la entrada en la sociedad de los facultativos que ahora no son accionistas o reforzar la estructura con profesionales sanitarios de Araba y Gipuzkoa.

Tras varios meses de enfrentamiento entre accionistas, saldados con los ceses de los anteriores director general, Miguel Ángel Lujua, y presidente, Pedro Ensunza; y las dimisiones de tres consejeros independientes, llega el momento de buscar una salida al problema de relevo generacional que tiene la compañía.

Hasta ahora no ha habido un mecanismo que permita a los accionistas vender su participación a un precio ajustado al potencial del IMQ y esta tarde se señalará un camino a seguir.

La primera decisión de calado, el punto cuatro del día, es el más importante. La dirección pedirá el permiso de los accionistas para buscar un socio del sector sanitario que tome una participación en la sociedad. Posteriormente se aprobará un valor razonable para la venta de participaciones, que está situado en 99.000 euros y podría llegar a duplicarse.

Ambas cuestiones están estrechamente ligadas, porque del precio del paquete de acciones -1.000 títulos- depende en gran medida el numero de accionistas en disposición de vender y de abrir la compañía a la entrada de ese nuevo socio estratégico.

Ademi, que considera que el consejo tiene ya claro que el compañero en esta nueva etapa sería Adeslas y que el proceso de búsqueda de un socio ya está por ello superado, se opondrá a esta vía. El problema de relevo generacional se debe solucionar a su juicio facilitando la entrada de nuevos médicos y, en el caso de que esa opción fracase, habría que buscar otro socio que no sea en ningún caso Adeslas.

El temor de Ademi es que la aseguradora de CaixaBank, que ya posee un 45% de IMQ Seguros, acabe haciéndose con el control de toda la compañía. La dirección confía en que la junta se celebre sin grandes tensiones y espera que se produzca un gran acuerdo que garantice el futuro de la sociedad.