BILBAO. El Movimiento de Pensionistas vascos ha pedido al Gobierno vasco este lunes que elimine las desgravaciones fiscales a los planes de pensiones privados de las EPSV porque "no cohesionan la sociedad vasca y generan desigualdad". Igualmente han emplazado a "todos los sindicatos y a los partidos políticos vascos" a que "se pronuncien con claridad y nítidamente sobre esta demanda de los pensionistas" en defensa del sistema público de pensiones.

Este ha sido uno de los principales mensajes que han trasladado durante su concentración de los lunes en Bilbao, al igual que hacen en municipios y el resto de las capitales vascas.

Uno de sus integrantes, Jon Mikel Eluba, ha recordado que las pensiones "se deciden en Madrid, pero las EPSV se deciden en Euskadi". Por ese motivo, ha demandado una mayor presencia en las reivindicaciones del colectivo de este tema porque "es un término que no suena mucho en las plazas y durante las concentraciones, tampoco durante la huelga del 30 de enero".

Desde su punto de vista, "el Gobierno Vasco ha asumido y comprado el discurso de la insostenibilidad del sistema público de pensiones" y por eso han decidido "impulsar las EPSV y las pensiones privadas, algo que respaldan institucionalmente diputados generales como Unai Rementeria, quien anunció en 2018 que la solución a la crisis del sistema era engrasar los planes privados de pensiones y en eso están".

En su opinión, hay que "trasladar la necesidad de eliminar las desgravaciones fiscales para estos productos financieros porque son totalmente descohesionadores de la sociedad, generan desigualdad y hacen que unos progresen a costa de otros".

En este punto ha recordado a los partidos políticos vascos que la normativa fiscal en esta materia "se decide en las Juntas Generales y las diputaciones de los territorios".

PLURAL Y TRANSVERSAL

También ha intervenido en Bilbao la integrante del colectivo Andrea Uña, quien ha señalado que el movimiento de pensionistas es "plural asambleario y transversal, por mucho que algunos nos quieran echar en brazos del soberanismo o de partidos políticos concretos para definirnos".

Pese a esas acusaciones, Uña ha afirmado que no se van a cansar de no definirse políticamente porque les unen objetivos comunes, "como el mantenimiento del sistema público de pensiones y la defensa de una pensión mínima de 1.080 euros".

También ha indicado que desde algunos ámbitos les quieren echar "con sus políticas neoliberales y sus pronósticos catastrofistas, en torno al futuro de las pensiones, en brazos de las pensiones privadas donde todos saben quiénes son los interesados en que eso sea así".

Por ese motivo entiende que, tras la huelga general del 30 de enero, el movimiento "ha salido reforzado porque su fuerza está en la calle y sus reivindicaciones las van a conseguir llevando a las instituciones y a los gobiernos sus demandas".

Finalmente ha recordado a los asistentes a la concentración bilbaína que han pedido por carta sendas reuniones con Pedro Sánchez y con Iñigo Urkullu, cuya respuesta siguen "a la espera después de tres veces de solicitarle una reunión". De no producirse, ha adelantado que entonces tendrán que "ir a hacerle una visita".

Igualmente han criticado al Ejecutivo autónomo vasco porque, en materia de la devolución del copago a los pensiones, "el sistema vasco de solicitar la devolución es intencionadamente dificultoso por parte del Gobierno Vasco, para así desanimar a los pensionistas a la hora de tramitar el papeleo y reclamar el importe". EP