Bilbao - Jon Rahm no guardará un buen recuerdo del Tour Championship de 2019. Llegaba con seis golpes de desventaja al torneo que decide la FedEx Cup y tenía difícil ganar, pero su rendimiento ha estado alejado de las expectativas que había creado su regularidad de las últimas semanas. En East Lake no le funcionó el juego de tee a green como durante la mayor parte del año, algo que era imprescindible en el recorrido de Atlanta donde el rough es mortal, y como tampoco el putt brilló en las distancias intermedias se encontró sin opciones demasiado pronto.

Fue en la primera mitad de la jornada del viernes antes de que se parara el juego por una tormenta cuando el de Barrika perdió todas sus bazas y todo lo demás fue casi un trámite para un jugador tan ambicioso como él. Ayer, tras un buen final en la reanudación del juego suspendido en la víspera, Rahm aún tenía posibilidades de acabar entre los diez primeros de nuevo, pero tres bogeys seguidos del 7 al 9 le hicieron caer en la clasificación. Amagó un intento de reacción por los segundos nueve, con tres birdies, pero también dos bogeys que apenas variaron el escenario y le llevaron a la duodécima plaza definitiva en la FedEx Cup. En el total paralelo de los cuatro días, acabó al par, lo que no está mal sin haber ofrecido su mejor versión, y ocupó el mismo puesto, algo que tiene importancia de cara al ranking mundial.

East Lake no hizo prisioneros y así Justin Thomas, que partía como líder, se fue desinflando tras un triple bogey en el 16 de la tercera jornada que arruinó su trabajo de las últimas semanas. Patrick Cantlay, que era segundo el jueves, acabó vigésimoprimero. El peor de los cuatro días con diferencia fue Dustin Johnson, que pasó como alma en pena y acumuló trece sobre par. Justin Rose, ganador de la FedEx Cup del año pasado, tampoco tuvo nada que hacer durante la semana con cinco sobre par.

Así, la batalla por el botín de quince millones de dólares quedó para Brooks Koepka, Rory McIlroy y Xander Schauffele, que por la mañana había hecho en el 9 hizo el segundo hoyo en uno de la semana. Bajo una gran tensión y a cara de perro por lo mucho que había en juego, el hoyo 7 fue clave ya que el norirlandés hizo birdie y Koepka se apuntó un doble bogey por lo que McIlroy abrió un hueco de dos golpes en el liderato. Después, el campeón remató con dos birdies seguidos en el 12 y el 13 que le dieron una ventaja muy clara para afrontar el tramo definitivo, en el que incluso se permitió cometer dos bogeys seguidos. La victoria de Rory McIlroy le convierte en el segundo jugador que gana dos veces la FedEx Cup tras Tiger Woods y hace justicia ya que, pese a no haber sumado ningún major, ha sido el jugador más regular y que más veces ha acabado entre los diez primeros esta campaña en el PGA Tour. Los quince millones de dólares, el mayor premio repartido nunca en el golf, son suyos.

1. Rory McIlroy-18

2. Xander Schauffele-14

3. Justin Thomas-13

3. Brooks Koepka-13

5. Paul Casey-9

6. Adam Scott-8

7. Tony Finau-7

8. Chez Reavie-6

9. Kevin Kisner-5

12. Jon Rahm-4