Real Madrid-Paris Saint-Germain, Atlético de Madrid-Manchester United y Villarreal-Juventus son las eliminatorias de octavos de final de la Liga de Campeones que ha deparado el sorteo de este lunes en la sede de la UEFA en Nyon (Suiza), que tuvo que repetirse por un error "técnico" al introducir las bolas a la hora de determinar el rival del Atlético de Madrid y que ha cambiado la suerte de todos los equipos españoles.

Los de Carlo Ancelotti, que en el primer sorteo habían quedado emparejados con un asequible Benfica, jugarán la ida en el Parque de los Príncipes y la vuelta en el Santiago Bernabéu, mientras que rojiblancos y castellonenses deberán finiquitar sus respectivas eliminatorias en Old Trafford y en el Juventus Stadium, en lugar de en el Allianz Arena y el Etihad Stadium, como había determinado la fortuna en un primer momento.

La polémica saltó cuando durante el primer sorteo, con el exfutbolista ruso Andréi Arshavin como mano inocente y después de que saliese la bola del Atlético de Madrid, el oficial de la UEFA Michael Heselschwerdt introdujo en el bombo al Liverpool, con el que los rojiblancos no podían cruzarse por haber estado juntos en el Grupo B, en lugar de al Manchester United. Los colchoneros quedaron enfrentados con el Bayern Múnich.

Además, se produjo otro incidente durante el acto, en el que, una vez que salió el Villarreal, se extrajo la bola del Manchester United, que no debería haber estado debido a que los castellonenses y los 'red devils' ya se habían enfrentado en el Grupo F. A los de Unai Emery les tocó posteriormente en suerte el Manchester City.