Sevilla 2

Wolfsburgo 0

SEVILLA: Bono; Montiel, Koundé, Diego Carlos (Rekik, m. 93), Acuña; Jordán (Delaney, m. 82), Fernando, Rakitic (Augustinsson, m. 93); Ocampos, Munir (Rafa Mir, m. 80) y Papu Gómez (Óliver Torres, m. 80).

WOLFSBURGO: Pervan; Lacroix, Guilavogui, Brooks (Ginczek, m. 88); Baku (Mbabu, m. 75), Vranckx (Lukebakio, m. 75), Arnold, Roussillon (Paulo Otávio, m. 75); Nmecha, Gerhardt (Philipp, m. 66); y Weghorst.

Goles: 1-0: Min. 12; Joan Jordán. 2-0: Min. 97; Rafa Mir.

Árbitro: Cüneyt Çakir (Turquía). Amonestó al local Fernando y a los visitantes Guilavogui, Arnold y Nmecha.

Incidencias: Sánchez-Pizjuán, cerca de treinta mil espectadores, unos cuatrocientos seguidores alemanes.

El Sevilla se impuso al Wolfsburgo alemán, con goles de Joan Jordán en los comienzos y de Rafa Mir en la prolongación, y logró su primera victoria en esta fase de grupos de la Liga de Campeones, con lo que en la última jornada depende de sí mismo para estar en los octavos de final, para lo que tendrá que ganar en Austria ante el Salzburgo.

Era una final para el Sevilla, que se plantó en esta penúltima jornada de la fase de grupos sin conocer la victoria, con tres empates y una derrotas, y tres puntos que le colocaban como colista, aunque por lo apretado de la clasificación las opciones de estar en los octavos eran reales.

Con la formación alemana también enchufada en la pelea, con dos puntos mas que los andaluces, las cuentas más claras de los de Julen Lopetegui pasaban por ganar ayer martes y también en Austria.

La formación local, como no podía ser de otra manera, salió con fuerza hacia el área germana y ya a los nueve minutos el central Jules Kounde probó al meta del Wolfsburgo, pero fue poco después cuando Joan Jordán, también de cabeza en el área chica tras centro desde la derecha del croata Iván Rakitic, logró el 1-0 que puso pronto la situación a su favor para los hispalenses.

No quisieron los del técnico guipuzcoano especular con el resultado y mantuvieron la idea de ser protagonistas con el balón, aunque el conjunto visitante también tuvo claro que no valía defender y a los veintitrés minutos estuvo cerca del empate con un fuerte zapatazo de Nmecha, aunque entre el portero Bono y el larguero lo impidieron.

Esa jugada pareció un punto de inflexión para que el partido se equilibrara, pero finalmente se decantó por el Sevilla.